Quién han tenido el disfrute de consentirse con este tratamiento corporal, sabe los beneficios que tien, que son múltiples como hidratación, relajación y sensación de frescura. Muchos clientes han descrito este tratamiento como un recuerdo de cuando eran bebés y sus mamas los envolvía con cobija, otros clientes lo han descrito como sentirse como un tamal amarradito (risas), pero nadie lo sabe hasta que lo vive; aromas como el del chocolate, café, fresa o simplemente el olor a tierra mojada de la arcilla hacen que se depierten recuerdos, momentos de la infancia, emociones agradables, como los chocolates que alguna vez te regalaron o como el café calientito por la mañana, o simplente como un paseo en una tarde lluviosa por el jardín; recordar nos lleva a volver a vivir y que mejor que sí anclamos de sensaciones, emociones y recuerdos positivos, que lo que harán en nuestro presente es vibrar en una energía positiva o como dicen los metafísicos en vibraciones altas.

Recordar es volver a vivir