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¡Qué excelente sería si pudiéramos olvidar esas experiencias negativas que nos hacen revivir un pasado lleno de dolor y miedos! Un antiguo ejercicio y la mosca de la fruta te ayudan a lograr eso
!Qué excelente sería si pudiéramos olvidar esas experiencias negativas que nos hacen revivir un pasado lleno de dolor y miedos!
Quizás, aunque lo has intentado muchas veces y con muchas variantes, esos recuerdos permanecen en tu mente haciendo que repetidas veces experimentes ansiedad, depresión y hasta fobias.
Quizás, en la búsqueda de la solución, tu bolsillo no te agradezca la inversión de dinero que has hecho en especialistas y medicinas sin lograr los resultados esperados.
Sé que esta es una penosa situación por la que atraviesan muchas personas y quisiera en esta ocasión brindarte un ejercicio que tiene miles de años de antigüedad pero que es de mucha utilidad al respecto.
¡Claro, si leíste el título es lógico que te surja esta pregunta!: ¿Y qué pinta una mosca en todo este asunto?
Te comento:
Aunque actualmente el estado de las investigaciones y los avances en la tecnología de exploración neurológica señalan que se está muy pronto a descubrir cómo borrar los recuerdos traumáticos, la realidad es que aún no existe la solución definitiva a esta problemática.
Sin embargo, los descubrimientos más recientes realizados en la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), indican una posible luz en este túnel.
¿Qué se ha descubierto?
Que los eventos traumáticos pueden ser eliminados de la memoria de acuerdo a las condiciones de luminosidad del ambiente.
Es decir, en plena oscuridad, esta mosca tiene la capacidad de borrar a largo plazo los recuerdos de situaciones conflictivas que las perturban o que alteran su comportamiento.
Esto es algo novedoso pues corrobora que la oscuridad juega un papel muy importante en el borrado de los recuerdos.
¿Pero sabes qué?: Hace ya miles de años los versados en meditación utilizaban un poderoso ejercicio para producir oscuridad para estos mismos fines.
Interesante, ¿verdad?
Quizás te preguntes: ¿Por qué crees que puedo ejercer confianza en este ejercicio?
Antes de explicarte el ejercicio y para su mejor comprensión es necesario que conozcas el por qué esas remembranzas desagradables continúan mortificándote vez tras vez.
1-Como señala el investigador y divulgador David del Rosario: “Nadie puede recordar la presión atmosférica que había hace cinco años o el nivel de radiación UV”, por lo tanto, lo que recordamos no son hechos, sino aquello que sentimos producto del significado que le damos a una experiencia vivida en el pasado.
2-Por esta razón nuestros recuerdos no son confiables. Lo que recuerdas en realidad no ocurrió de esa manera pues a esos recuerdos siempre les estás añadiendo nuevas informaciones acerca de lo que vas aceptando como creencias.
3-Como en la base de los recuerdos descansa un proceso cognitivo llamado “memoria” siempre tu mente tratará de que esos recuerdos sean coherentes con tu manera de filtrar al mundo y no con la manera en la que ocurrieron los acontecimientos.
Todo esto viene confirmado por el hecho de que actualmente las declaraciones de testigos, ante un tribunal, sobre lo que recuerdan no se toman como evidencia infalible para dictar sentencia.
En resumen:
Esos recuerdos traumáticos son producto del uso excesivo que le das a tu memoria al tener a tu mente entrenada a ir constantemente al pasado
Esos recuerdos traumáticos que tanto daño hacen a tu salud física y mental son producto del uso excesivo que le das a tu memoria al tener a tu mente entrenada a ir constantemente al pasado y al sello de autenticidad que les otorgas.
Entiende que con esto no quiero decir que recordar sea malo, pero cuando le adjudicas una importancia excesiva a la memoria, le estás dando un poder para definir tu vida en el presente que en realidad no tiene y entonces puede ocurrir lo que en psicología recibe el nombre de “profecía auto-cumplida”.
Es por eso que este antiguo ejercicio, sin necesidad de mosca alguna, te ayuda a producir oscuridad y darle un descanso a esa mente tuya que vive constantemente en el pasado.
Además, cuando produces esa oscuridad mental, inevitablemente estás en el presente que es el único y real tiempo que existe y sobre el cual tienes poder.
EL EJERCICIO.
Puedes hacerlo ahora mismo mientras lees este artículo:
Por favor, cierra los ojos.
Así, con los ojos cerrados, te has quedado ciego hacia el exterior, pero eso no quiere decir que tus ojos no continúen viendo cosas: imágenes, ideas, recuerdos.
Ahora visualiza que también te has quedado ciego en el interior. Es decir que a tu mente no acude imagen alguna de objeto pues una oscuridad limpia, omniabarcante, espesa cubre toda tu mente.
Es como si de repente te hubieses quedado totalmente ciego tanto al exterior como a las visualizaciones internas.
Ahora, penetra en esa oscuridad, quédate en esa negrura total y deja que la oscuridad lo cubra todo. Es como si todo fuese tragado por un agujero negro donde desaparecen todas las imágenes.
Cuando hayas logrado esto, abre los ojos y sin importar dónde ellos se posen, ni lo que observen, obsérvalo todo como si lo observaras desde la oscuridad, como si la oscuridad fuera la que observase los objetos que te rodean.
Aunque vas a necesitar práctica para apreciar los beneficios de este ejercicio, si persistes notarás cómo el pensar se detiene, te conviertes en el observador contemplativo de la realidad y una gran paz desciende sobre ti.
Con la práctica llegará el momento en que podrás estar acompañado permanentemente de esa oscuridad, o podrás evocarla cada vez que desees dándole un descanso a tu mente atormentada por la memoria y los recuerdos.
UNA PETICIÓN:
Como siempre, te exhorto a que comentes las experiencias que obtienes de la práctica del ejercicio pues esto me ayuda mucho a seguir perfeccionando las indicaciones para su exitosa realización, así como también comentes tus valoraciones sobre esta información.
Y por favor, no te canses de compartirla en estos tiempos de tanta necesidad.
MUCHAS GRACIAS.