¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Sociedad escriba una noticia?
La explosión de una bomba en las zonas tribales del noroeste de Pakistán, donde están asentados los talibanes, acabó este miércoles con la vida de dos miembros de una campaña de vacunación contra la poliomielitis, que registró un récord de casos en casi 15 años.
La explosión se produjo en Ali Nagar, en el distrito tribal de Mohmand, muy cerca de la casa de Mohamad Gul, un vacunador, que acababa de volver de caminar con su hermano, también vacunador, y un primo, según las autoridades locales.
"Su hermano y su primo murieron por la explosión", declaró a la AFP un alto responsable de la administración local, Akbar Hussain, precisando que Mohamed Gul había resultado herido de gravedad. Más tarde, las autoridades anunciaron su deceso.
No estaba claro este miércoles si los vacunadores eran el blanco de este ataque, que eleva a 61 el número de trabajadores contra la poliomielitis (vacunadores, enfermeros, policías...) muertos desde 2012 en Pakistán.
Los insurgentes islamistas y algunos imanes temen que la vacuna contra la polio contenga cerdo, cause infertilidad o que las personas que realizan las campañas sean espías a sueldo de Occidente, lo que dificulta el trabajo de los vacunadores, blanco frecuente de atentados raramente reivindicados.
Desde inicios de año, se han registrado al menos 202 casos de poliomielitis en el país, superando el récord anterior de 2000, con 199 casos, según unos responsables locales de la Organización Mundial de la Salud.
La OMS declaró en mayo un estado de "emergencia de salud pública" mundial debido a la propagación de la polio a varios países desde Siria, Camerún y Pakistán.
Alrededor del 80% de casos de polio registrados en el mundo este año se concentra en Pakistán, la mayoría en las zonas bajo influencia de los talibanes.