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Una persona murió y 30 resultaron heridas el lunes por la caída de un obús en un histórico mercado de Damasco, informó la agencia oficial Sana.
"Los terroristas lanzaron dos obuses que cayeron en la calle Tarek Ben Ziyad, en el zoco Al Hariqa, en Damasco, matando a una persona y dejando heridas a otras 30", afirmó la agencia citando a un alto cargo policial.
El régimen de Bashar Al Asad utiliza el término "terrorista" para referirse indistintamente a los rebeldes o a los yihadistas.
Situado en la ciudad vieja de la capital siria, el zoco Al Hariqa es uno de los más antiguos de Damasco. Solía ser uno de los sitios turísticos más visitados, antes de que el país se sumiera en una guerra que ya dura cuatro años.
Los rebeldes disparan regularmente sobre la capital en represalia por los bombardeos de la aviación del régimen contra sus posiciones en las afueras de la ciudad.
Human Rights Watch (HRW) acusó recientemente a los combatientes de la oposición, tanto yihadistas como rebeldes apoyados por Occidente, de atacar de manera habitual a civiles, violando el derecho de guerra.
Por otro lado, también en la capital siria, fue asesinado un responsable de Hamas, Yehya Hurani (conocido como Abu Suhaib), en el campamento palestino de Yarmuk. Una fuente palestina presente en el campo precisó, bajo cobertura de anonimato, que el dirigente había muerto por disparos. Acusó al frente Al Nosra, rama siria de Al Qaeda, pero otros apuntaron al Ejército Sirio Libre (ASL).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), confirmando su muerte, precisó que trabajaba en el ámbito médico y que no había tomado las armas durante el conflicto en Siria. No es la primera vez que el personal médico en el campamento de Yarmuk se convierte en objetivo de las facciones del conflicto. Los yihadistas del grupo Estado Islámico, también presente en él, han secuestraron al responsable de un servicio de socorro para obtener raciones alimentarias, según el OSDH.
Unas 18.000 personas viven en Yarmuk, asediado por las fuerzas del régimen desde hace más de un año. Unos 200 residentes del campamento han muerto por malnutrición.
Las relaciones entre Hamas y el régimen se han deteriorado desde el inicio de la rebelión y la organización ha trasferido su sede a Catar.