"Cuando te sientas inclinado a criticar a alguien, piensa que no todos han tenido tus mismas oportunidades". Con esta sencilla frase, F.C.Friztjerald sentenciaba a muerte a la sociedad -ya de aquellas superficial- en la que vivía, y de paso establecía un código de conducta ético y justo, que es actualmente ignorado por completo. Nuestra sociedad es superficial,  no sé si la más superficial de la historia o quizá es una distorsión cognitiva egocéntrica que todos incluimos en nuestras percepciones con lo que magnificamos todo lo que ocurre a nuestro alrededor. El caso es que seguro no vivimos en la época de la filosofía: Nietzsche hoy no tendría un solo seguidor en instagram, mientras cualquier chica ligera de ropa tiene millones. La inteligencia no es trending topic, y el materialismo sí. Y el colmo del materialismo es por supuesto,  el dinero. Hoy en día todo se mide por el dinero: el que tiene dinero tiene más "amigos", es más "feliz", todo el mundo lo envidia. La gente escoge sus estudios según lo que vaya a ganar después, se compran los atuendos más caros solo para mostrar que pueden tenerlos, etc. Todo es aparentar, todos es parecer,  y nada es ser. Todo es una mentira, catedrales erigidas sobre cimientos de polispán, seres humanos que acabarán viviendo la vida de otros, que estarán perdidos en medio de un batiburrillo de modas, opiniones,  likes, postureos,  starbuckss y ordenadores mac. Nuestra felicidad no puede estar basada en algo externo material porque ese algo es efímero y relativo: ¿quién es mejor, el tertuliano de la tele al que le pagan una millonada por decir las tonterías que le manda su amo y señor y que ha llegado ahí por sus contactos, o el trabajador padre de familia que se ha tenido que poner a currar a los 15 años y dejar de estudiar lo que quería porque sus padres no tenían dinero? La sociedad dice que el primero. Es más,  humilla y menosprecia al segundo. No tiene sentido. Por eso no deberíamos usar el dinero como medida de nada, porque si algo mide es la tontería humana: Belén Esteban vende más libros que Pérez Reverte, y Paquirrín ingresa más que un ingeniero de la NASA. La humanidad es un valor en decadencia, y también lo es la coherencia y el sentido común. Su única salvación es que recuperemos el "ser" y nos olvidemos del parecer, pero no lo vamos a hacer. El padre de Gatsby hoy en día le diría a su hijo: “Cuando te sientas inclinado a criticar -o alabar- a alguien por el dinero que gana,  piensa que vives en una sociedad en la que un actor porno cobra más que un neurocirujano”.

La inteligencia no es trending topic, y el materialismo sí. Y el colmo del materialismo es por supuesto, el dinero