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El Parque las Ciencias y Cooperación Internacional de Diputación reciben a los pequeños de los campos de refugiados de Tinduf con una sesión de magia
El Mago Migue se metió en el bolsillo a los más de cuarenta niños saharauis que acudieron esta mañana al Parque de las Ciencias con sus familias de acogida para disfrutar de una jornada lúdica organizada por Cooperación Internacional de la Diputación de Granada como bienvenida institucional a los pequeños procedentes de los campos de refugiados de Tinduf. Atónitos y boquiabiertos siguieron con atención los trucos del Mago Migue antes de visitar algunas exposiciones del Parque de las Ciencias cuyos responsables colaboraron, un año más, con la Diputación en la organización de una mañana llena de actividades para los niños que participan en el programa Vacaciones de Paz por el que familias granadinas acogen en sus hogares durante los dos meses de verano a estos escolares que evitan así soportar las altas temperaturas estivales en el inhóspito desierto saharaui.
El vicepresidente 2º de la Diputación, Julio Bernardo, recordó de nuevo la situación que se vive en los campos de refugiados donde la precariedad es absoluta y sólo la ayuda internacional ayuda a paliar las necesidades urgentes de un pueblo cuya situación parece haber olvidado la comunidad internacional. ‘ No es caridad lo que hacemos con estos niños, es una obligación y la forma en la que mejor podemos contribuir a hacerles la vida un poco más agradable’ .
Por su parte, Ernesto Páramo, director del Parque de las Ciencias, se dirigió a los pequeños a los que ofreció, un año más, sus instalaciones en un intento de hacerles pasar una jornada lo más agradable posible. Tanto él como el personal del parque atendieron muy amablemente a los niños a los que hicieron entrega de un regalo.
Tras la actuación del Mago Migue, que participó en el espectáculo de una manera completamente desinteresada, los pequeños, divididos en tres grupos, visitaron varias exposiciones, jugaron en el laberinto y entraron en el mariposario.
Fernando Guijosa, responsable de Amigos del Sáhara en Granada, no pudo ocultar su emoción al observar las caras de asombro de los niños ante la actuación del mago. Su hija biológica y su pequeña saharaui acogida, como dos buenas amigas, no soltaron sus manos en ningún momento. ‘ Lo que las familias granadinas hacen con estos niños es justicia’ , señaló ante los medios de comunicación mientras no se cansaba de repetir que la experiencia de cada verano les ayuda a pasar un invierno con menos problemas de salud.