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Mientras varios fabricantes de automóviles se lo están pensando dos veces antes de lanzar un nuevo coche diésel en Europa, Opel nos ofrece el nuevo Insignia GSi Sports Tourer con un motor petrolero de 210 CV. Para los que no quieran contraer matrimonio con este propulsor, Opel también ofrecerá el mismo 2.0 de gasolina y 260 CV que vimos hace mes y medio en Insignia berlina.
El motor diésel es el mismo 2.0 de cuatro cilindros BiTurbo que debutó en los modelos regulares hace unos días, con 210 CV y 480 Nm de fuerza, canalizado por un sistema de tracción total con vectorización de par a través de una nueva transmisión automática de 8 velocidades. La marca, propiedad de PSA desde el pasado 1 de agosto, afirma que necesita 7, 9 segundos para la acelerar de 0 a 100 km/h, con una velocidad máxima de 231 km/h. Según el ciclo NEDC, el consumo es de 8, 9 l/100 km en la urbe, de 6, 1 l/100 km en la carretera y 7, 3 l/100 km combinado, mientras que las emisiones de CO2 están clasificadas en 192 g/km.
Aquellos que prefieren un motor de gasolina turbo también pueden pedir el nuevo Insignia GSi Sports Tourer con el dos litros de 260 CV y 400 Nm, que le permite ir de parado a 100 km/h en 7, 5 segundos y correr hasta una velocidad máxima de 245 km/h
Ambos modelos se sitúan 10 mm más cerca del suelo que las versiones regulares y se benefician del chasis FlexRide estándar, ruedas de 20 pulgadas envueltas en neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, frenos Brembo de 345 mm y el llamado modo 'Competition', que se puede activar apagando el ESP. En el interior podéis esperar unos asientos deportivos con gran sujeción lateral pero con el sello ergonómico de AGR, además de otros detalles únicos como el pedalier de aluminio, el techo negro o el volante asimétrico que junto con el pomo del cambio, lucirán el logotipo GSi en un habitáculo con cinco amplias plazas y un maletero con 560 litros de capacidad ampliables a 1.665.
Las actualizaciones visuales aplicadas al nuevo Insignia GSi Sports Tourer incluyen las grandes entradas de aire cromadas en el difusor delantero y trasero, además de los nuevos asientos deportivos, el volante de fondo plano envuelto en cuero y varios otros ajustes.
Por otro lado, Opel nos presenta lo que empezará a ser su gama en un futuro próximo, una apuesta por la hibridación. Y que menos que comenzar con el que seguramente sea un superventas para la marca: el Grandland X. Para la ocasión, el SUV de la firma del rayo ha sido bautizada como Grandland X Plug-in Hybrid.
Al emplear tecnología del Grupo PSA, seguramente empleará el tren de propulsión estrenado en el nuevo DS 7 Crossback: el motor 1.6 THP turbo de gasolina y 200 CV junto a dos motores eléctricos de 122 CV combinados. Eso da como resultado una potencia total de unos 300 CV. Dado que dudamos mucho que Opel lance un modelo con tanta potencia y que pueda robar ventas a sus familiares, la cifra final podría verse reducida para lograr un producto más asequible. Este grupo motopropulsor va asociado a una batería de ion-litio de 13 kWh de capacidad con la que el Opel Grandland X podría recorrer unos 50 o 60 km sin ninguna emisión contaminante.
Sin conocer más detalles sobre este modelo, el nuevo SUV de Opel pronto estará disponible en una versión diésel y otra variante equipada con una transmisión automática de ocho velocidades desarrollada por Aisin. Sí, es la misma estrenada en modelos como el Insignia o Peugeot 308.
