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Los griegos y Romanos influyeron lo suficiente en Occidente. Ahora vienen cubanos e iranies ha dominarnos, luego de ser liberados de los españoles
Aventis
Aunque su denominación actual tenga origen grecorromano, sería Babilonia el primer estado que estableció la semana de siete días, en tanto que el calendario unisolar fue gestado en Egipto, recogiendo las influencias de las civilizaciones coetáneas, durante el Tercer Milenio a.C. Basado en las crecidas del Nilo, estaba dividido en cuatro estaciones; cada mes lunar lo componían tres semanas de diez días y estos, a semejanza de los sumerios, estaban formados por 24 horas regidas por el sol: orto, o periodo luminoso de 12 horas, y ocaso, con otras tantas de oscuridad.
Los griegos de la escuela de Alejandría difundieron un calendario de 360 días normales y cinco epagómenos, días añadidos para completar el año solar de 365 días siguiendo la tradición de los egipcios a quienes Heródoto señala como los primeros en descubrir el ciclo del año. Más tarde, los romanos cambiaron lo que en apariencia ya estaba consolidado y, hacia el 450 a.C., crearon una cronología propia, el calendario de Numa, formado también por doce meses en los que se alternaban los de veintinueve y treinta días. Para completar el ciclo se añadía otro mes cada dos años, el mercedonio, cuya duración oscilaba entre los veintidós y veintitrés días. De estos, tres tenían denominación propia: calendas, idus y nonae.
La palabra calendario procede del latín calendarium, el registro donde se anotaban los impuestos que cada ciudadano debía abonar durante las calendae, el primer día del mes. Sin embargo, este cómputo carecía de precisión porque su arranque fue establecido a partir de la fundación de Roma el 23 de abril del 753 a.C., de tal forma que en el siglo I a.C., había alcanzado un desfase de casi tres meses. Para corregirlo, Julio César siguió los consejos del astrónomo de la escuela de Alejandría Sosígenes, y le añadió 90 días, adoptando un año civil de 365 días distribuidos en 12 meses. Se conoció como calendario juliano y sería modificado por Marco Antonio y el senado quienes denominaron julio al «quintilis» en memoria de César y augusto al «sextilis». Se extendió rápidamente por todo el mundo romano y se mantuvo en vigor hasta el año 532 cuando Dionisio el Exiguo, monje matemático de origen bizantino, estableció la Era Cristiana, o Anno Domini, para calcular la Pascua de Resurrección. La obsesión de la Iglesia por fijar con precisión los acontecimientos relacionados con la vida de Jesucristo indujo a los eruditos medievales a desarrollar diferentes fórmulas que permitieran una cronología más exacta, idea que no fue aceptada unánimemente por discrepancias sobre cuándo iniciar el año. El desfase progresivo entre el calendario juliano y la Pascua, generó un paulatino adelanto de esta celebración que no fue resuelto hasta el siglo XVI en que se adoptó de forma genérica el uno de enero como origen de la escala.
El 24 de febrero de 1582 el papa Gregorio XIII, mediante la bula «Inter Gravissimas», decretó la adopción de un nuevo sistema cronológico, modificando los bisiestos y eliminando diez días de octubre con el fin de ajustarlo a la nueva división. Una decisión de tal naturaleza no fue fácil de poner en marcha a pesar de la buena fe demostrada por los países cristianos. En España, Felipe II dictó la denominada «Pragmática sobre los diez días del año», en ella, comunicaba a todos sus súbditos: «mandamos que del mes de octubre de este año de 83 se quiten diez días, contando quince de octubre cuando se habían de contar cinco, y así venga a tener octubre en este presente año 21 días y no más». La aplicación de esta pragmática generó una circunstancia que puede resultar llamativa, pues Santa Teresa de Jesús, que falleció la noche del 4 de octubre, fue enterrada el día 15 según el nuevo calendario, aunque en realidad lo hicieran al día siguiente.
El hecho de que Inglaterra y Rusia tardaran siglos en aceptar la reforma gregoriana produce situaciones curiosas. Por ejemplo, creemos que Shakespeare y Cervantes murieron el 23 de abril de 1616, pero no fue así. Coincidieron en el año, pero no en el día porque Inglaterra se regía por el calendario juliano. Y otro error que arrastramos parte de la no inclusión del cero inicial, desconocido hasta que lo divulgaron los científicos españoles en el siglo XII. Por tanto, si nuestra escala parte del año I después de Cristo y no desde el año 0, el segundo milenio comenzó en el año 2001 y no en el 2000 como pensamos.
Alinear nuestro hemisferio occidental al oriental, constituye adentrarnos en un universo oculto por los aspectos religiosos que siempre le arropaban.
Por primera vez una coalición gobernará la España moderna. Eso les genera ansiedad a los propios aliados, y mucha más a los opositores a la fórmula. Pedro Sánchez se llevó desde abril a noviembre repitiendo que Podemos sería un socio tóxico y ahora nos presenta a Iglesias como vicepresidente. Desde la derecha se hace una deslegitimización de la coalición similar y de sentido contrario a la que la izquierda hizo hace un año con el pacto entre PP, Ciudadanos y Vox en Andalucía. El PSOE y Podemos pusieron en circulación entonces el término trifachito, que no han abandonado.
Ahora los autores de esa expresión aguantan descalificaciones similares del trío que pactó la toma de San Telmo: el precio de la abstención de Esquerra -mesa de gobiernos y consulta- es calificado de bochornoso por el PP, lamentable por Ciudadanos y traición por Vox. (Sin matices entre ellos). Traición es un término utilizado por Puigdemont y su valido Torra para estigmatizar a ERC y su entendimiento con los socialistas. La destitución de Torra por la Junta Electoral Central añade más dramatismo e incertidumbre a la situación. A los posconvergentes tampoco les ha gustado el acuerdo; igual que a Vox. Casi siempre coinciden.
Así, como sucedió con la antigua Roma y el mundo eclesiástico para poner orden en las tierras europeas hasta Gaza, ahora el Foro de Sao Paulo desea concretar sus acciones en América Latina para dominar la región y junto Irán crear incertidumbre en algunos países que son colonias de Inglaterra y España, para esto, se graban películas en este sentido que son difundidas por las cableras más fundamentales desde Centroamérica hasta Cabo de Hornos, con un solo mensaje.
Necesitamos concertar, debatir y obtener conclusiones
Pero, es importante alinear en un solo ciclo del tiempo, a todo un continente.
Es una debilidad que este Gobierno de izquierdas esté sujeto con alfileres por la misma coalición adversa que echó a Rajoy de la Moncloa, salvo JxCat. Pero así llevan años con gobiernos frágiles; desde las elecciones de diciembre de 2015. En principio, sean cuales sean los apoyos del Gobierno que viene, tendrá legitimidad. La misma que obtuvo Juanma Moreno aupado por una extrema derecha integrista, antiautonomista y xenófoba.
El embrollo catalán ya es el embrollo español. Los Reyes Magos traen mucho carbón a la política nacional, más crispada y desnortada que nunca desde la muerte del dictador hace 44 años. En momentos peores, hubo rumbo y liderazgo; un plan. Ahora no aparecen ninguna de las tres cosas. El año nuevo llego con novedades a un país dividido en dos bloques, en el que cada cual se reafirma en sus posiciones. Nadie se pone en el lugar de los otros y el centro moderado ha desaparecido. La fractura catalana se ha exportado al resto de España.
Mal nos irá con unos políticos incapaces de asumir las conclusiones de la Historia, ignorantes del largo y accidentado cauce que conduce a la realidad de su propio hábitat y carentes de principios solidificados por el tiempo y la experiencia. La democracia no sirve para nada si no está hilada por la norma. Pierde su vigor y su razón de ser. Los poderes que emanan de su práctica han de ser ejercidos con cordura y lealtad porque, en cualquier otro caso precipitan hacia la confusión y el caos. La ignorancia de los gobernados, su incapacidad para defender su estatus y sus libertades, tan penosamente alcanzadas, y la ambición enfermiza y torpe de los gobernantes, nos conducirán, si no reaccionamos pronto, a una situación caótica irreversible. Y como asegura la Teoría del Caos (Poincaré, Lorenz): “En los sistemas caóticos, diferencias muy pequeñas en las condiciones iniciales dan lugar a diferencias enormes en los resultados finales”.
Estados Unidos le ha declarado la guerra al mundo oriental, sin venir a cuento
Trump está en su salsa iniciando una batalla comercial y militar contra Europa e Irán, a la que considera casi tan mala como China, sólo que más pequeña. Se le olvida que China es un rival comercial, político y militar de su país, mientras la Unión Europea es su aliado estratégico. Es más, desde la II Guerra Mundial y sobre todo durante toda la guerra fría, Europa ha sido un protectorado militar americano y un buen cliente de su armamento, en primera línea de riesgo por el despliegue de misiles.
Busca alinearse a su tiempo, como lo hizo Roma, cuando quiso dominar desde Cádiz hasta Moscú y le dio fuerza a los alemanes para dominar el tiempo, ese tiempo que todos desean dominar y que Maduro sueña en ser Sadam Hussein, pero no en Irak, sino en Venezuela, es que cada uno con su tema, porque lo administrativo derrumbará a Venezuela y no tener coraje y templanza para dominar a los empresarios.
América Latina, siempre ha sido dominada y esclavizada por las leyes griegas y romanas y, ahora por las fuerzas cubanas y árabes, porque nadie habla mal de los rusos, porque, son hombres de guerra, trabajo, producción y sobretodo de ética y valores, lo dije en un artículo anterior, cuando tenia once, 11, años una niña rusa vecina de Ciudad Ojeda, Venezuela, me enseño administrar el dinero, razonar y crecer, como Putin le viene enseñando a Trump con la industria de los vinos y aranceles estadounidenses.
* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño