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En la Francia revolucionaria de las hambrunas, Parmentier venció el prejuicio de los franceses, de que la patata era comida de ganado, con una estrategia ingeniosa
Fuente: Foto de Flick R: J. Meneses
La patata, un alimento maldito en la Francia revolucionaria. Algo queda de eso... en el famoso libro de la anti-dieta el autor culpa de alimento maldito a la patata, con argumentos tan pobres como que es alimento de cerdos. Escribir libros de dietas, al parecer no impide arrastrar prejuicios de tres siglos.
Antoine-Augustin Parmentier, frances, higienista; se hizo valer de su experiencia como prisionero de guerra en Prusia durante la Guerra de los siete años. Allí en Prusia se comían patatas, y en toda Europa se consideraba un alimento no comestible.
De un alimento de ganado y de cerdos repudiado, a un alimento vigilado y custodiado. La mejor campaña para dar valor a algo denostado injustamente
Parmentier consiguió que se levantaran las leyes que prohibían su cultivo, y promovió su consumo. Pero para ello tuvo que utilizar algo mas que argumentos.
Parmentier, plantó patatas en su huerto y lo rodeó de guardias armados que las vigilaban día y noche.Con esta estrategia tan hábil, se dió valor a un producto que los franceses repudiaban por ser alimento de ganado. Así introdujo la patata en la Francia revolucionaria de las hambrunas y venció los impedimentos que ponía la burgesia de ser un alimento de animales, para la plebe, y de que era una planta venenosa venida del otro mundo : America.
Einstein ya dijo que "es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio". Una de las maneras de hacerlo es dar valor a lo que se desprecía, otro es la ironía, que pone a prueba los argumentos ridiculos de los que defienden ideas irracionales basadas en la ignorancia, en la costumbre o en la comodidad.
Einstein ya advirtió que "es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio"