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La economía española parece dar respiros, pero las alarmas siguen encendidas. Aunque algunos indicadores puedan ir a mejor, hay otros que se avecinan preocupantes. Es el caso de la tasa de paro. Según los datos del Banco de España, en el peor de los escenarios el desempleo podría situarse en un 20, 5% el año que viene. Eso sí, el organismo maneja otras dos posibilidades. La más optimista dejaría la tasa en un 17, 1% y la intermedia (o central, como la llaman) en un 18, 3%. Es una de las conclusiones de un nuevo informe de previsiones del Banco de España para los años 2020-2023.
Además, lanza un aviso en lo referente al mercado laboral: "La crisis dejará un impacto negativo sobre la fuerza laboral, en la medida en que, a pesar del recurso a los ERTE y a los programas de cese de actividad de los trabajadores autónomos, existirán puestos de trabajo que no superarán la crisis y que darán lugar a un cierto aumento del desempleo de larga duración".
También hay buenas noticias. La economía española fue la segunda que más creció en toda la UE durante el tercer trimestre del año: un 16, 7%, solo superada por Francia, que se impulsó un 18, 7%. Pero el organismo avisa: "La evolución de la pandemia, las medidas de contención y los indicadores de actividad disponibles apuntan a un deterioro de la actividad en el cuarto trimestre".
El Banco de España maneja tres escenarios macro, que difieren, fundamentalmente, en el comportamiento de la pandemia en el corto plazo, las medidas para contenerla, la adaptación de los agentes a la crisis y la persistencia de sus efectos en el medio plazo. De hecho, advierten, como ya vienen haciendo, de que se dará "un fuerte retroceso del PIB en 2020, seguido de una recuperación relativamente intensa en los años posteriores, pero sujeta a un alto grado de incertidumbre".
De este modo, las cifras difieren en función del contexto aunque, eso sí, el Banco de España ha mejorado sus previsiones. En el peor de los casos la economía caerá este año un 11, 6% (un punto menos que el 12, 6% que marcaron en octubre). En ese escenario el crecimiento sería de un 4, 2% el año que viene y de un 3, 9% en 2022. Se llegaría ahí si hay un "rebrote intenso de la pandemia en el corto plazo e inmunidad más tardía", con un "endurecimiento de las medidas de contención". Y si la "recuperación y adaptación acaban siendo más limitadas".
Siendo optimistas, en 2020 la economía caerá un 10, 7% y en 2021 habrá un crecimiento de un 8, 6% y en 2022 de un 4, 8%. Ese contexto, el más alentador de todos, supone "una evolución de la pandemia controlada en los próximos trimestres, con una progresiva relajación de las medidas de contención y adaptación ágil de los agentes a la pandemia o a las restricciones".
Por otra parte, el escenario central refleja una caída del PIB de un 11, 1%, para posteriormente crecer un 6, 8% y un 4, 2% los dos años siguientes. Esto se dará, dice el Banco de España, si los "nuevos brotes de la enfermedad son moderados y exigen medidas similares a las recientes" y además "se mantienen las asimetrías sectoriales en la senda de recuperación". Es decir, si esta es desigual.
También aborda el Banco de España el asunto de los fondos de recuperación de la UE, que estos días se han desbloqueado en una cumbre del Consejo Europeo. En las proyecciones, se asume una absorción algo más gradual que en los Prespuestos Generales del Estado de 2021 pero más rápida que en el pasado: "Se ejecutará el 100% del gasto corriente y el 70% del gasto en inversión en 2021 (80% hasta 2023), con una composición del gasto en línea con las cuentas aprobadas por el Gobierno".
Existen además una serie de riesgos. A los eventuales rebrotes de la pandemia, que llevarían aparejadas medidas de contención, con un impacto mayor sobre las "industrias sociales" se podría unir "la implementación de una solución médica -la vacuna- que condicionará la senda de recuperación del medio plazo". El Banco de España también incluye ahí un posible mal uso de los fondos de la UE, un brexit sin acuerdo o la incertidumbre sobre el comportamiento del Gobierno de Joe Biden.