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El paro registrado en España bajó en 2014 por segundo año consecutivo y quedó en 4.447.711 personas, informó este lunes el Ministerio de Empleo.
España acabó 2014 con 253.627 parados menos que 2013. Sólo el pasado mes de diciembre, el retroceso fue de 64.405 personas. "Se trata del segundo descenso del paro registrado al cierre de un año desde 2006, tras el anotado en 2013, cuando cayó en 147.000 personas", destaca el ministerio en un comunicado.
De esta forma, "el descenso acumulado en estos dos últimos años supera ya las 400.000 personas". El número de contratos indefinidos aumentó el año pasado en un 18, 9%, sumando 1, 35 millones, y lo hizo más rápido que los empleos precarios, que crecieron un 12, 6% y totalizaron 15, 37 millones.
?Hoy tenemos más de 253.000 razones para ser más optimistas, pero aún nos quedan muchas más para seguir trabajando por la recuperación y el empleo estable y de calidad en nuestro país?, dijo en el comunicado la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo.
El desempleo en España empezó a dispararse a finales de 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria. El ministerio mide cada mes el paro registrado, esto es, los desempleados inscritos, pero no publica ninguna tasa.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyos datos sirven de referencia, calcula que en el tercer trimestre el desempleo afectaba al 23, 67% de la población activa, con lo que había 5, 43 millones de parados. A través de una encuesta trimestral, el INE contabiliza a todos aquellos que buscan activamente un empleo, incluso cuando no están inscritos en las listas del paro.
El Gobierno espera una pequeña reducción de la tasa de paro en 2014, al 24, 2%, y en 2015, al 22, 2%, que pese a todo sería uno de los niveles más elevados de los países industrializados. Pero este cambio de tendencia puede significar un halo de esperanza para los que buscan trabajo, que en algunos casos no llegan a final de mes si no es gracias a la solidaridad familiar.
"En España hoy hay más confianza en encontrar un empleo en los próximos meses", afirmaba la ministra de Empleo, Fátima Báñez, mientras el Gobierno se esfuerza en transmitir un mensaje optimista en vistas a las elecciones municipales y regionales de mayo y las legislativas de finales de año.
Algo más de la mitad de los españoles (el 51%) piensa que su situación personal mejorará o será más estable en 2015, según un sondeo de DYM Market Research publicado la semana anterior en el diario digital El Confidencial. En cambio, los que pronosticaron un 2015 con dificultades fueron un 36%, contra un 51% el año anterior.
Este optimismo se traduce en un mayor consumo. El periodo de Navidades, que termina el martes con la entrega de los regalos de los Reyes Magos, debería marcar la mejor progresión de ventas desde hace siete años. En noviembre, el índice de comercio al por menor ya subió un 1, 9% interanual.
Las compras de vehículos, una inversión importante para los hogares, crecieron también un 18% en 2014, mientras lo bancos parecen estar más dispuestos a dar crédito a particulares, según señaló el Banco de España en su último boletín mensual.
La reforma fiscal entrada en vigor este enero puede suponer un espaldarazo al crecimiento. Esta se traducirá en una bajada de impuestos a las personas físicas de 320 euros por año y hogar para las familias más pobres, según el Gobierno.
- Los inversores extranjeros, de vuelta -
Como los particulares, las empresas volvieron a invertir aprovechando la bajada de los precios y una tasa de cambio euro-dólar más favorable.
El Gobierno cuenta con este cambio de tendencia para fomentar la recuperación. Según sus estimaciones, el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 1, 3% en 2014 y un 2% este año, mejorando los resultados de Francia, Alemania o Italia.
La mejora no ha sido ignorada por los inversores internacionales, que vuelven a fijar sus ojos en la cuarta economía de la zona euro. Según los cálculos del periódico económico Expansión, en 2014 invirtieron 47.000 millones de euros en el país, superando ampliamente los 20.000 del año anterior.
Entre las operaciones más destacadas, se encuentra la del magnate mexicano Carlos Slim, que en noviembre se convirtió en el primer accionista de la empresa de construcción y servicios FCC, mientras que el estadounidense Warren Buffet, considerado uno de los inversores más prudentes, abrió una oficina en Madrid para estudiar las oportunidades del mercado inmobiliario.
Otro símbolo de la esperanza económica es la prima de riesgo de la deuda pública a diez años, que no deja de conseguir mínimos históricos. Pero, para la oposición y numerosos sectores sociales, el Gobierno peca de triunfalismo preelectoral mientras el empleo sigue siendo escaso y precario, y las prestaciones sociales sufrieron severos recortes por las políticas de austeridad.
De los 16, 7 millones de contratos laborales firmados el último año, solo 1, 35 millones fueron indefinidos. El resto fueron temporales, una situación que genera "menor productividad", advierte el economista José Manuel González-Páramo en una entrevista con el periódico económico Cinco Días.