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Pasión sexual

02/09/2010 09:20 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Las revistas femeninas, las masculinas son un tostón insoportable al igual que las de gays, traen cantidad de secciones sobre sexo, amor, pasión, charcutería y etcétera..

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Y en dos he encontrado unos consejos preciosos para estimular la pasión en el hombre. Dice una de ellas que: “Generalmente se acaba haciendo el amor a la misma hora, en la misma postura... y aunque la primera vez encantara, con la repetición ya no provoca el morbillo del principio”. Pues claro. Y entonces debería usted tomar la iniciativa:

–Esto no puede seguir así Arturo. Me he cansado del misionero.

–¡¿Qué me estás poniendo los cuernos con un misionero?!

–No seas burro, caramba, que se llama del misionero la postura del yo abajo y tu arriba cuando follamos.

–Ya podrías haber dicho cuando hacemos el amor, grosera. ¿Y qué hacemos? El Kamasutra ya sabes que se lo llevó la niña al cole, para sus clases de Masturbación para la Ciudadanía.

Y lo que tiene que hacer esta angustiada pareja es seguir los consejos de las revistas. Tal que el siguiente: “Acaríciale en el agua. Un baño compartido puede ser de lo más sensual, y si te metes por sorpresa con una camiseta que se te pegue al cuerpo, lo previsible es que salten chispas bajo la ducha”. Vamos a comprobar esto de las chispas:

–¡Hooola, cuchi cuchi!

–¡Aaaah! ¡Coño, qué susto me has dado! ¿Qué haces aquí Enriqueta? ¿Tú estás loca, criatura? ¿No comprendes que no cabemos?

–Vengo a acariciarte con mi camisa mojada…

–Déjate de mariconadas, que nos vamos a matar. Que además no veo un carajo porque tengo los ojos llenos de champú.

–¡Huy que me caigo!

–¡Agárrate de la barra!

–Ya voy

–De esa no coño, que me desgracias. Enriqueta, que sueltes ya, que me dejas sin herramienta para los restos.

–Espera que me agarre entonces de aquí… (¡Tras, ras, poum!) Hala, la cortina a hacer puñetas.

–Nos vamos, nos vamos… (¡Tras, ras, poum!)

Ha sonado como la cortina sí, pero es que no teníamos más efectos especiales; lo que ha pasado es que se han dado un leñazo de campeonato y han roto la bañera y la grifería. El traumatólogo les ha dicho que en un par de semanas podrán volver a hacer el ganso en la bañera. El fontanero es más escéptico y pronostica al menos un mes de obras, porque tiene que hacerle unas radiografías a la bañera.

Otro consejo: “Paséate a medio vestir. ¿Y si un buen día te pilla en la cocina llevando sólo un delantal? Seguro que tras el primer golpe de efecto, logra retirarte de los fogones para que os queméis en otro fuego. Sirve cualquier variante en este sentido, como pasearte en tanga o con un picardías transparente”. O sea:

–¡Cariñooo, como el que yo sientooo; no ha habido ni habrá, en la vidaaa…!

–¡Ya estoy aquí, querida…! ¡Coño! ¡Fiuuu, fiuuu! ¡Tía buena! ¡Cordera! ¡Fuerte poca vergüenza, en pelota picada! ¡Lleva tanga, doña Virtudes! ¡Lo que yo le diga: en pelota picada y no se hable más!

–Pero Enriqueta, ¿no te dije ayer que hoy teníamos en casa la reunión de la Asociación de Vecinos?

Más consejos pasionales: “Acaríciate y que mire. A los hombres les encanta ver cómo se dan placer las mujeres. Si te ve acariciándote, seguro que decide colaborar”. Verbi gratia:

–¡Despacio, despacio…! ¡Ooooh! Así, así... ¡Sigue, sigue…! ¡Ahora, ahora…! ¡Métela, métela…! ¡Vete a cagar! ¡Pues no va y la tira fuera! ¡Ños, que mantas, así no se puede ganar un partido! Me extraña que me acompañes hoy a ver el partido de la tele. Pero hija, que rascones son esos que te estás dando en los bajos. Te vas a hacer daño. En el botiquín creo que hay una pomada para la picazón, muy buena, me la recomendó… Enriqueta, deja esa plancha en su sitio… Enriqueta, que me desgracias.

Más consejos: “Provócale por teléfono o correo. Llámale o mándale un email anticipándole lo que se puede encontrar en casa o recordándole lo mucho que te gustó lo de la noche anterior. Seguro que quiere repetir”. Es decir:

–¡Holaaa! Nada, no digas nada, solo escúchame. Lo de anoche estuvo muy bien, ¿sabes? Y hoy te estoy esperando con un picardías transparente… Y sin nada debajo… Además he comprado preservativos de colores y sabores, como a ti te gustan.

–¿Doña Enriqueta? A mi todo eso me parece bien, pero yo es que la llamaba para darle el presupuesto del arreglo de la bañera y la grifería que se cargaron usted y su marido el otro día… ¿Doña Enriqueta…?


Sobre esta noticia

Autor:
Juan Padron Sabina (56 noticias)
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Tipo:
Opinión
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