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Estrenada el viernes pasado en las salas españolas, la película "Mi mejor amigo" cuenta la historia de un hombre que no tiene amigos y por ello se exalta en exceso.
- ¿Cómo surgió la idea de "Mi mejor amigo"?
Surgió antes del rodaje de "Les bronzés", el día que Jérôme Tonnerre me llamó para decirme que tenía entre manos una sinopsis bastante desarrollada escrita por Olivier Dazat para Fidélité Productions. Necesitaban a un director y Jérôme enseguida pensó que me podría interesar. Y con toda la razón. Me encantó el punto de partida. Y si bien tenía mis reservas con relación al desarrollo de la trama fui a reunirme con los productores. Tras ese fructífero encuentro y a partir de esa base, Jérôme y yo empezamos a trabajar en equipo para ir en una dirección que nos complaciera a ambos.
- ¿Qué fue lo que le sedujo exactamente de la historia creada por Olivier Dazat?
La apuesta de su guión: la historia de un hombre del que se dice que no tiene amigos, que se exalta en exceso y que, para demostrar lo contrario, participa en una especie de apuesta absurda y abstracta: ¡demostrar a los demás el amigo que no tiene! Me pareció original el hecho de plantear una apuesta con relación a algo sobre lo que es tan inconcebible apostar. Además, este hecho me permitía hablar de la amistad y de su ausencia. Según yo lo veo, es como explicar una historia de amor. ¡Basta con cambiar los nombres! Pero si este proyecto enseguida me resultó atractivo fue porque también sentía que el tema que trata resonaba en mí de forma íntima. Desde luego no se trata de una película autobiográfica, pero si me preguntaran de sopetón quién es mi mejor amigo, no sabría qué responder. Salvo que, a diferencia de François, el personaje que interpreta Daniel, esto no me impide vivir.
- ¿Cómo trabaja con Jérôme Tonnerre cuando escriben juntos?
Es la segunda vez que trabajamos juntos después de "Confidencias muy íntimas", y hemos colaborado exactamente del mismo modo. Nuestra forma de trabajar en equipo es sencilla. Nos vemos durante tardes enteras y hablamos mucho. Jérôme toma notas y llega a comprender en qué dirección deseo ir. Es un auténtico camaleón. Así pues, acabo dirigiendo una película que ha escrito él, que hemos desarrollado en equipo pero que me resulta muy cercana. Y esto se debe a que ha penetrado en mi mente sin dejar de aportar su toque personal.
- ¿Cuándo se decidió cuáles iban a ser los dos actores principales?
Inmediatamente pensé en Daniel Auteuil. Parece tan abierto, amistoso y afable que me parecía que sería original verle interpretar a un personaje que no tiene amigos.
En cuanto al actor que interpretaría a Bruno, tuvimos muchas más dificultades para dar con él. Se nos ocurrieron muchas ideas, pero ya hacía tiempo que yo tenía a Dany Boon en mente. Después de haber visto sus distintos espectáculos, hacía mucho que tenía ganas de trabajar con él. El único problema fue que, al principio, su nombre no hizo mella en los productores. Así pues, abandoné la idea con gran pesar. Pero como recibimos varias negativas y Dany fue obteniendo cada vez mayor reconocimiento gracias a Joyeux Noël, volví a la carga.
- Al observar su filmografía, uno se da cuenta que le gustan especialmente las buddy movies…
Con la distancia, me he percatado de que prácticamente en todas mis películas los "dúos" estaban compuestos a la vez por personas con las que ya había trabajado y por personas completamente nuevas. Es como si hubiese necesitado tranquilizarme con las personas que ya sabía como funcionaban al enfrentarme a lo desconocido. Este es el caso de El hombre del tren, en que conocía a Rochefort pero no a Johnny Hallyday, de La viuda de Saint Pierre, en que conocía a Daniel Auteuil pero no a Juliette Binoche, de Confidencias muy íntimas, en que conocía a Sandrine Bonnaire pero no a Fabrice Luchini. Pocas de mis cintas escapan a esta regla, y las que escapan a ella no son precisamente mis mejores películas! [risas]. Además, hace poco, un estudiante que estaba escribiendo una tesina sobre la pareja en el cine me señaló algo todavía más increíble: en todos mis largometrajes, o en casi todos, pongo en escena a personajes que se encuentran durante la película, sin conocerse de antemano. Este es el caso de Daniel y Dany Boon en esta película, así como de películas como de El hombre del tren, La chica del puente, Confidencias muy íntimas… Sólo Tandem escapa a esta regla.
- ¿Por qué eligió a Julie Gayet para el papel de la socia del personaje de Daniel Auteuil?
Hace algunos años rodé una cinta publicitaria para France Inter en la que una joven iba en bicicleta. Estábamos buscando a una actriz y durante una reunión propuse el nombre de Julie. Y todo el mundo estuvo de acuerdo. Así pues, conocí a Julie en esa ocasión y le expliqué que la iba a filmar en blanco y negro mientras iba en bicicleta con un vestido rojo. Ella confió en mí. Y me entendí bien con ella. Así que se me metió su rostro en un rincón de la cabeza al acecho de la película en que pudiera recurrir a ella. Y ante el personaje de Catherine, el más lúcido y que siempre va un paso por delante de todos los demás, enseguida pensé que Julie sería absolutamente perfecta, puesto que posee ese tipo de inteligencia que no resulta nunca intelectual, artificiosa o corrompida.
- Después de haber hecho un guiño al concurso radiofónico francés «Le jeu des 1000 francs» (El juego de los mil francos) en Tandem, en esta ocasión es otro concurso —este televisivo— el que se honra en "Mi mejor amigo": «Qui veut gagner des millions» [la versión francesa de «¿Quién quiere ser millonario?»], con el presentador del programa, Jean-Pierre Foucault interpretándose a sí mismo. ¿Por qué esta elección?
Es muy sencillo. Cuando elaboramos el guión con Jérôme Tonnerre sabíamos que en un momento de la película el personaje de Bruno debía participar en la emisión de un concurso. Y un día tuvimos una revelación: ¡uno de los comodines de "Qui veut gagner des millions" consiste en llamar a un amigo! A partir de entonces, nos poníamos enfermos con sólo pensar en la posibilidad de que los productores de "Qui veut gagner des millions" nos dijeran que no. No podía imaginarme creando un concurso ficticio. Era preciso que el concurso estuviese en contacto directo con la vida real, que el público tuviese sus puntos de referencia. Y me pareció sensacional filmar en scope a Jean-Pierre Foucault interpretándose a sí mismo. Le había conocido poco antes. Había una relación muy afable entre nosotros. Simplemente le dije que respetara el texto escrito, que fuese él mismo y que no intentara hacer de actor. Y fue todo un regalo.
- ¿Qué planteamiento visual eligió para la puesta en escena de "Mi mejor amigo"?
Como las películas que dirijo son bastante diferentes, intento tener para cada una un proyecto, si bien modesto, de puesta en escena. Pero debo confesar, aunque me dé vergüenza, que cuando abordé "Mi mejor amigo" no me había planteado nada al respecto. Tenía suficiente confianza en el guión y en los personajes como para prescindir de ello sin temor. Así pues, puse en escena la película de un día para otro sin un planteamiento previo. Salvo en lo que respecta a lo que no pierdo nunca de vista: los actores y, por tanto, los personajes. Tanto en lo referente a la puesta en escena como a los encuadres, quería una película que tuviera toda la apariencia del naturalismo y en que las cosas incómodas, extrañas y agrias nos cayeran encima cogiéndonos desprevenidos.
- Con frecuencia se dice que una película se rescribe durante el montaje. ¿Fue este el caso de "Mi mejor amigo"?
En efecto, esta película se rescribió durante el montaje, pero de una forma inesperada. En todas mis películas, el carácter evidente de una u otra escena o el poder evocador de una u otra imagen me han hecho cambiar la construcción. En este caso, esto se ha producido de un modo más singular. Calculamos que la primera versión del guión duraría 125 min. Entonces, Jérôme Tonnerre y yo enseguida indicamos a los productores que íbamos a hacer cortes previos al rodaje. Pero tuvimos el lujo extraordinario, puesto que esto cuesta mucho dinero, de que los productores nos pidieron que rodásemos la versión completa y que decidiésemos qué sería lo mejor durante el montaje. Acepté la regla del juego, y la duración de mi primer montaje finalizado fue de 125 minutos. A partir de ahí, con mi montadora Joëlle Hache, nos planteamos la cuestión del porqué y del cómo de los cortes, como si se tratara de un juego de Lego. Fue un proceso muy divertido.
- Hemos podido leer aquí y allá que pronto va a dejar el cine. ¿Esta película le ha animado a continuar?
Esta decisión no surgió a raíz de una decepción con respecto a una película u otra. Así pues, el hecho de que me haya entusiasmado con el rodaje de "Mi mejor amigo" no va a hacerme cambiar de opinión. No es que haya dejado de gustarme el cine, me sigue encantando hacer películas. Simplemente me gustaría retirarme antes de perder el frescor.