Lloré y lloraste. Ambos con lágrimas extenuantes. Las mías, preventivamente inflamables, porque incendiaron tu lenguaje antes de que dieras respuestas infames. Las tuyas, empezaron siendo arroyos acres y, después de fluir esa tarde como claro caudal insultante, se sosegaron un meandro antes de marcharme y ya las supuse agua potable para la sed de los últimos instantes. Los dos sabíamos que no podía quedarme en estos cauces temporales igual que un junco inane movido por la corriente y el viento irritante de los desdenes habituales. Nada impediría que abandonase el mutismo de estos márgenes fluviales. No lograrán demorarme los inauditos gritos del desaire que jamás tuvo ráfagas suaves cuando aún creía, pobre alma exangüe, que los poemas son capaces de sembrar amor en los eriales. Quizá lo más sensato sea alejarse de todas las decepciones personales e incluso de los áridos lugares donde algunos brotes espirituales se secan sin sublimarse. Un músico me dijo: amigo, debes aislarte en tus melodías esenciales que silencian los desprecios chirriantes. Solo esos sentimientos sonoros derramarán acordes acuosos. Escúchalos bebiéndolos a sorbos. Tal vez consigan emocionarte como humano tallo armonioso.
Me gustan los ríos con meandros.Parecen querer retrasar su encuentro con el mar, aunque indefectiblemente se estén acercandocon el suspirante serpenteo que los conducea través de silenciosas o silbantes riberas 11/12/2012
¿Qué me darías a beber, hechicera fluyente, en aquel tiempo que merodeé tus orillasa punto de desnudarme de la timidez últimaque aún llevaba puesta como calzoncillos cautelosos?Acaso mezclaras sonrisas líquidas y miradas efervescentescon la cantidad correcta de palabras de azúcar 15/12/2012
Volverse a enamorar se parece a remontar un ríocomo salmones que desovan indulgencias.Llegas hasta el mismísimo manantial primigenioy bebes otra vez sus fascinantes aguas purasque proceden de espontáneos o muy pensados deshielos 29/12/2012
Desde el primer te quiero hasta el estuario, el amor va arrastrando cantos rodados.No malgastemos la vida contándolos, jamás conseguiríamos ser exactos.Inútil decir quién los dejó y cuántos, aunque sean las piedras que moldeamospara esparcirlas como verídicos diarios 08/01/2013
No nos apartemos jamás a ninguna margen, ni derecha ni izquierda sean derroteros evasivos, de ese amor idealizado como un ríoque debería seguir discurriendojunto a cañas quebradas y juncos sedientos 17/01/2013