Alimentación y nutrición de nuestro Caballo

Precaución con las temperaturas

Tenemos que adaptar la dieta de nuestro caballo al verano, y tener en cuenta esto sobre todo en las zonas de España donde hace más calor, como por ejemplo Andalucía.

En primer lugar, un buen consejo es ver si nuestro animal tiene acceso a la sal, es decir, si tienen acceso a una piedra de sal y si no es así, debemos complementar la dieta con electrólitos. Tenemos que saber que los caballos pierden muchos electrólitos por el sudor durante las horas de más calor El sudor del caballo es muy diferente al de los humanos, es hipertónico, o lo que es lo mismo, que pierde mucho sodio, potasio, calcio, cloruro, magnesio, etc., y esto se debe tener en cuenta.

En segundo lugar, debemos evitar dar alimentos con altas dosis de concentrado en las horas de más calor del día, ya que este hecho, puede producir problemas gástricos a los caballos. El pienso concentrado necesita más aporte de agua para ser digerido y por ello no es bueno dárselo cuando la temperatura es alta. Al mediodía, que es cuando más calor hace, es preferible dar fibra y dejar las raciones de concentrado para la mañana o para la noche.

En tercer lugar, debemos favorecer la digestión de nuestro caballo con alimentos que se den mojados y estos se pueden dar tres veces en semana.

Muy importante en la alimentación del caballo

Al menos el 60 % de la dieta debe ser fibra, como, por ejemplo, el heno o alfalfa mezclada con paja. Y el otro 40 % de la dieta serán piensos concentrados con diferentes tipos de energía

El caballo es un animal herbívoro y debemos basar su dieta en la fibra y utilizar los piensos concentrados en función de la actividad física que realice, no es lo mismo, un caballo sedentario que sale a pasear con su dueño una vez a la semana, que un caballo deportista que entrena diariamente o que hace rutas o paseo a caballo a diario.

Que se previenen con la fibra

El caballo saca de la fibra la energía que necesita y además la fibra tiene una gran capacidad de fermentación en su intestino grueso. La alimentación correcta para un caballo es una gran parte de fibra y una pequeña parte de piensos concentrados, con ello, vamos a conseguir que el caballo esté alimentado, que tenga un buen tránsito y evitaremos enfermedades habituales como el cólico en los caballos que se produce por una alimentación no equilibrada.

Como regla general, se debe evitar que el caballo engorde o se ponga rellenito, si vemos que engorda sabemos que el caballo no tiene una dieta equilibrada. Si el caballo es deportista es necesario que su peso este muy próximo a su peso al ideal, en cambio seremos un poquito, pero solo un poquito más permisivos con el peso de cualquier otro caballo que no sea deportista.

Aportes energéticos en la alimentación como la fibra, el aceite y el almidón

Al menos el 60 % de la dieta debe ser fibra, como, por ejemplo, el heno o alfalfa mezclada con paja. Y el otro 40 % de la dieta serán piensos concentrados con diferentes tipos de energía. El aceite es una energía más lenta y duradera. El almidón se utiliza más para los caballos corredores ya que le ayuda a la explosividad, en cambio, para los caballos de ocio o trabajo ligero se debe ajustar la dieta con concentrados bajos de energía y piensos ligeros, aunque se debe tener en cuenta es si el caballo es joven y está en crecimiento.

Tenemos que adaptar la dieta de nuestro caballo al verano, y tener en cuenta esto sobre todo en las zonas de España donde hace más calor, como por ejemplo Andalucía