Todos o casi todos llegamos a ese momento en nuestras vidas. Llega el día en el que decides hincar la rodilla y pedir matrimonio a tu pareja y te asolan las dudas, ¿Qué anillo compro? Hay tanta oferta en el mercado que es difícil adivinar
Ha llegado el día y estás nervioso, una gota de sudor recorre tu frente porque tu cabeza se llena de dudas: ¿Me dirá que sí? ¿Qué tipo de anillo le gustará más? Tranquilo, hemos reunido a nuestras expertas para que te saquen de dudas.
Estefanía de Ses Nines nos comenta: "Muchos clientes llegan aterrorizados, no saben ni por donde empezar. Algunos ni siquiera saben cómo debe ser un anillo de compromiso. Con el tiempo nos hemos convertido en unas expertas en calmar y asesorar al mismo tiempo, podríamos decir que nuestro trabajo tiene una parte muy grande de psicología."
Entrevistador: ¿De qué material debe ser un anillo de compromiso?
Estefanía: Aquí entra en juego el presupuesto que tengamos en mente, aunque lo más común es el oro de 18k o 750 milésimas sea oro amarillo, blanco o rosa, también se aceptan anillos de platino, y en algunos casos de plata, aunque esto último es menos común. En cuanto a la piedra las más favoritas son los diamantes, también hemos creado anillos de pedida con piedras no tan comunes con unos acabados preciosos, como diamantes negros, rubíes o moissanitas. Pocos son los que se arriesgan pero los que lo hacen, reciben su recompensa de tener un anillo único y para toda la vida.
Muy importante elegir una joyería como Ses Nines, con experiencia y taller propio, para hacer
Entrevistador: ¿Qué precio medio se gasta la gente en un anillo de compromiso?
Estefanía: El precio de los anillos como hemos comentado depende ampliamente de los materiales que utilicemos, pero rondan entre los 600 y los 3.000€, siendo lo más común entre los 1.200€ y los 1.600€.
Entrevistador: ¿Qué es lo más raro que os han pedido en un anillo de compromiso?
Estefanía: Nos han pasado unas cuantas cosas graciosas en totdo el tiempo que llevamos... pero quizás elo más graciosos fué un chico que nos pidió dos anillo iguales porque si no su madre se iba a enfadar. Es común que vengan con sus madres o incluso con las suegras, ¡pero no que te pidan dos anillos iguales!
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