Gripecito era un virus niño de color naranja muy alegre. Sus papás lo tuvieron exactamente un viernes de enero por la noche en una confortable habitación entre la nariz y la garganta de un niño humano llamado Pablo. La familia de Gripecito era muy grande, tenía tantos hermanos que no los conocía a todos, se podría decir que eran muy felices porque pasaban todo el tiempo bañándose en mocos, enjuagándose después en saliva, colonizando pituitarias, viajando hasta la boca para jugar al escondite entre los dientes y saltar hasta no poder más sobre la lengua, Al final, siempre terminaban deslizándose por el vertiginoso tobogán de la tráquea antes de volver a casa como experimentados escaladores de gargantas...
Dibujo: Gripecito Dibujado por: Pablo Ruiz Comentado por: Antonio Ruiz
Tu nueva actitud es intolerable en un agosto de Sevilla...A través de la humeante ventana observo a los gorriones con los picos abiertos como radares buscando sintonizar con una corriente de aire fresco.. 12/08/2018
Bellos versos erróneosTrazaba el aire génesis y olvidos velandola energía de un nuevo mundo cuando, precipitándonos desalmados, monopolizábamosla noche en un murmullo de jauría de besos 21/02/2018
Hoy es el segundo día consecutivo que los reconozco. Eso significa que, si mañana volviera a ocurrir, los vería para siempre y sin esfuerzo. No sé aún qué hacen exactamente ahí, qué escena protagonizan ni en qué ambiente se desarrolla 20/06/2017
¿Me pregunto cuántos de ustedes contestaréis a esta pregunta? ¿Cuántos la encontraréis oculta entre los laberintos de la duda o del misterio? ¿Cuántos responderéis con otra pregunta parecida? ¿Cuántos hallaréis la réplica maestra que abra todas las interrogantes? ¿Cuántos me preguntaréis ¿cuál es la 19/05/2017
La envidiaEnvidio a los creyentes que jamás han dudado de la existencia de Dios. Y a los que están convencidos de que atravesarán por ello las puertas del cielo, a esos, casi los venero.A los que, cuando aman, no temen dejar de ser correspondidos 16/05/2017