Donuts.

Uf, esto salió, de verdad, no sé cómo. Hace mucho que estaba con la mosca detrás de la oreja que quería hacer Donuts en casa, tal como solíamos comprar en una gran superficie y el resultado nos ha encantado a todos, incluso a Orio, el pequeñín de cuatro patas de la casa. Jolín, ¿A quién no le gusta un Donuts?. ¿Eh?. "Me llena de orgullo y satisfacción..."., haber hecho estas Donuts en casita, junto a la familia. Como ya he dicho en otras ocasiones, no soy muy buena con las masas y vaya que he hecho chapuzas pero esta vez puedo decir con total confianza...¡Me ha quedado genial!. Y todo se lo debo a los detalles hechos en el post de "Kanela y Limón". Hermoso blog, con una fotografía preciosa. Seguí sus pasos y me salieron las auténticas Donuts; esponjosas y tiernas. Así los hice:

Ingredientes para la masa madre:

• 140 Gramos de harina de fuerza.
• 100 mls de agua tibia.
• 3 Gramos de levadura fresca.

Ingredientes para la masa:

• 15 mls de leche tibia.
• 20 Gramos de levadura fresca.
• 40 Gramos de azúcar.
• 150 Gramos de harina de fuerza.
• Una pizca de sal.
• 4 Yemas de huevo.
• 70 Gramos de mantequilla en pomada.
• Una tableta de chocolate Fondant.
• Coco Rallado.
• Aceite para freír.

Elaboración:

Primero elaborar la masa madre que tan solo debes añadir los tres gramos de levadura fresca a un bol, el agua y los 140 gramos de harina de fuerza. Mezcla con una cuchara hasta unir y que se desprenda de los bordes del bol. Coloca la masa en otro bol limpio y seco, cúbrelo con un paño seco y deja reposar por una hora hasta duplicar su tamaño. Suelo meter el bol, sea de cristal o plástico resistente unos quince segundos en el microondas antes de agregar la masa para su reposo. Me parece que ayuda a que crezca correctamente. Pasado la hora, es momento de comenzar a elaborar, propiamente dicho la masa para las Donuts. Si tienes un robot se te hará más fácil, si no, pues "Con estas manitas" a amasar. Yo explicaré cómo lo hice gracias a un robot. Sin miramientos, lancé al bol del robot la masa madre que estuvo en reposo una hora, todos los ingredientes de la segunda lista, excepto el chocolate, el coco, el aceite para freír y diez gramos de mantequilla que reservé para mezclar con el chocolate. Así, como dije, sin miramientos porque gracias a este aparatejo y su brazo especial para amasado de pan, sólo tuve que dedicarme a ojear que la masa quedara consistente, suave y dejara las paredes del bol limpias. Que la maquinilla esta hace todo el trabajo, oye. Preparada la masa, de nuevo colocar en un bol limpio y dejar reposar por una hora para que vuelva a crecer, recuerda, envuelto en un paño seco. O si te parece mejor, cubierto con papel film. Así te quedarás encantada de ver como crece. ¡A mi me pasa!. Mientras leva, me entretuve cortando cuadrados con papel vegetal para posar allí la masa de los Donuts. Pasada la hora y quedar fascinada de ver que ha crecido tanto que el paño se levantó, colocas la masa en la encimera y amasas un poco, coges el rodillo y estiras la masa y la dejas a tres centímetros de espesor. Yo utilicé un molde redondo de aluminio para cortar la circunferencia grande y la tapa de una botella de agua de litro y medio para hacer el agujero de dentro. Coloca cada Donuts en los papeles cuadriculados que has reservado y de nuevo, dejar reposar otra hora cubiertos con un paño para que no se sequen y vigilando de vez en cuando porque en estos momentos son muy vulnerables, están expuestos a manitas inquietas que quieren tocar, a la turba gritándote al oído "¡Queremos Donuts, queremos Donuts!". Calienta en una sartén abundante aceite y fríe los Donuts a fuego suave para que no se quemen. Debes darle la vuelta para que se fría correctamente por ambos lados, claro. Mientras, calienta en el microondas la tableta de chocolate y añade los diez gramos de mantequilla que tenías reservado. Una vez hecho los Donuts y a una temperatura ambiente, vierte el chocolate por encima y el coco rallado. Por esta cantidad me salieron catorce Donuts, que no está nada mal. Lleva su trabajo por aquello de respetar los reposos pero vale la pena. La familia queda encantada, sobre todo si son hechas por ti. ¡Vamos!.