Ducktales Remastered Análisis

¿

Recuerdan aquella época donde los juegos de consola eran en su mayoría de plataformas y nuestra máxima atención se avocaba en poder superar cada nivel con la cantidad de vidas que nos otorgue el juego? Bueno, yo sí la recuerdo. Mirando atrás, el primer juego que compré para SEGA Megadrive fue Tiny Toon Adventures: Buster's Hidden Treasure, un juego que nada tiene que ver con DuckTales, pero la cita cumple a los propósitos de este análisis.

La realidad es que DuckTales Remastered es un juego que como pocos logró retrotraerme a cuando tenía poco más de diez años y mi pasión por los videojuegos era incontrolable. Creo que el último juego con el que logré este tipo de conexión fue el Ultimate Ghosts 'n Goblins de PSP. Justamente por eso cité Tiny Toons, el feeling que tiene DuckTales Remastered se emparenta mucho con los juegos de aquella época. Es cierto que es una remasterización de un juego lanzado en NES, con lo cual es lógico y de hecho necesario que nos recuerde al pasado. Sin embargo, las actualizaciones artísticas que tiene esta versión me hacen viajar a una época diferente a la de NES, los dibujos son excelentes y las animaciones en general como el gameplay se sienten mucho más actuales, pero al mismo tiempo el diseño del juego es bien clásico, entonces pienso: "de esto se trata, las remasterizaciones tienen que ser así". Cuando un fanático del juego original escuchó por primera vez sobre una remake, seguramente la primera preocupación fue que el material original no sea alterado, al menos no de una manera irrespetuosa. Tanto es así que recuerdo haber leído algún revuelo negativo respecto de la decisión de WayForward (empresa desarrolladora) de modificar la mecánica del Pogo Jump.

Afortunadamente el trabajo realizado sobre esta actualización cumple a la perfección con su cometido, y lo mejor de todo es que en algunos aspectos eleva notoriamente la calidad. Ya mencioné el apartado artístico soberbio que tiene el juego, tanto en las pinturas y dibujos como en las animaciones de los personajes. Pero a mi criterio, la ovación en esta oportunidad es para el apartado sonoro, punto importantísimo teniendo en cuenta que estamos hablando de una obra que posee uno de los mejores soundtracks de la historia del gaming, incluso algunos se atreven a considerar a "Moon" como la mejor canción existente, por lo menos de aquel entonces.

En ese sentido, es reconfortante saber que WayForward mantiene su relación con Jake Kaufman, posiblemente el mejor remixer que existe en la industria y les aseguro que desde el momento que aparezca la imagen de inicio, se les dibujará una sonrisa de alegría. Las reversiones son brillantes, con un estilo sinfónico digital con percusiones y guitarras pero siempre fiel al original, y por supuesto, Moon está cubierto de la manera que se merece. Personalmente, en mi orden de selección de escenarios lo dejé para el final justamente para disfrutarlo aún más.

Pero para sorpresa de muchos, no sólo se destaca la música en el aspecto sonoro, sino que Capcom tuvo la hermosa decisión de incluir voces en los personajes y de manera increíble se consiguieron a los actores de la serie animada original. Si bien en nuestro país siempre lo hemos visto en castellano, es realmente notorio el trabajo de voces y les aseguro que se sentirán como en casa, la sensación de calidez y naturalidad que hay entre los actores es como mínimo reconfortante y para los que tengan problemas con el inglés, despreocúpense porque tenemos subtítulos en español para seleccionar de modo que nadie se quede afuera.

WayForward tiene un historial respecto de sus implementaciones de gameplay en sus juegos. Tuvo algunos problemas con Double Dragon Neon, y he escuchado algunas quejas respecto de DuckTales pero personalmente considero que cada vez están mucho más afinados. Fueron muy pocos los problemas que he tenido en cuanto a la utilización del Pogo Jump y los saltos se controlan de manera muy precisa, al punto que no recuerdo haber muerto una sola vez por un mal salto. Sí hay una pequeñísima molestia en la detección de colisiones en los escenarios que poseen superficie con pinches, ya que al estar apenas cerca de ellos resultamos heridos y en las dificultades más elevadas perder vida de esa manera es poco agradable, pero fuera de eso, casi que es ajustadísimo el control.

Lo realmente cuestionable del juego, no tiene que ver tanto con la performance de los desarrolladores sino más bien con el concepto anticuado del juego en sí. No hay nada verdaderamente particular en los niveles, el juego es desafiante sin ser imposible pero no supone ningún momento realmente sorprendente desde el diseño y mucho menos eventos especiales. Es bien clásico y simple, y quizás esa sea la razón principal por la cual se nota que es un juego de otra época. Personalmente sufrí algunos momentos en los cuales perdía en demasía y el juego al perder todas las vidas nos castiga teniendo que revivir todo el nivel nuevamente, pero honestamente no lo consideré algo negativo sino justamente una vuelta al pasado en cuanto a la manera que teníamos de encarar los videojuegos. De hecho, los niveles tampoco son tan largos y el juego en sí es bastante corto, malo hubiese sido si tuviésemos que empezar el juego desde cero: creo que hoy en día ya nadie está preparado para soportar algo así.

En definitiva, DuckTales es una hermosa propuesta para los fanáticos del juego original y aquellos que tengan cierta nostalgia por los juegos de plataformas clásicos. Personalmente lo disfruté mucho y me sentí un niño nuevamente, pude disfrutar de un soundtrack soberbio con voces encantadoras y dibujos magníficos. Si son esa clase de personas y tienen una buena predisposición, sabrán entender cierta pobreza en el diseño general y simplemente disfrutarán un buen rato, caso contrario el juego no se aprecia completamente si se carece de cierta conexión emocional, con lo cual sugeriría reserva a la hora de considerar una posible compra.

Ducktales Remastered fue analizado con una copia de review en PSN otorgada por Fortyseven para tal fin.