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El municipio de Buñol acogió esta "batalla" de tomates, a la que llegaron diversos turistas
GALERIAS
La "Tomatina"
Una hora y media antes del comienzo de la batalla, las calles de esta localidad, situada a cuarenta kilómetros de la capital valenciana, comenzaron a llenarse de gente que buscaba su ubicación y clamaba "tomate, tomate", a la espera del comienzo de esta fiesta que cuenta con 64 años de tradición. Ropa vieja para poder tirar después de tan llamativa guerra y lentes de buceo sirvieron hoy de uniforme a los miles de combatientes, aunque algunos, más prácticos, optaron por vestir sólo un traje de baño que les facilitó la ducha o el baño en el río después del evento. A las once de la mañana, el sonido de una carcasa daba la señal para que la multitud, agolpada a lo largo de la calle El Cid y la plaza central de la población, comenzara la batalla de tomates repartidos entre los participantes en seis grandes camiones. BATALLA
Así, durante una hora, lugareños y visitantes llegados de diferentes países participaron en una guerra de tomates en la que al final todos terminaron empapados de jugo de tomate. Las 120 toneladas de hortaliza roja y madura fueron cultivadas este año en la vecina región de Murcia para ser destinadas en exclusiva a la fiesta popular, una de las más conocidas en España por lo impresionante de una batalla que deja todo -y a todos- teñido de rojo. Tras la explosión de un segundo cohete, que fue disparado al mediodía y se puso fin a la Tomatina de 2009, los asistentes comenzaron a dirigirse hacia el río y las duchas facilitadas por el Ayuntamiento, para intentar limpiar los restos de tomate de sus cuerpos, pelo y ropa. Media hora más tarde, las mangueras de los vecinos y los servicios municipales limpiaron las calles que, en cuestión de minutos, dejaron Buñol sin rastro alguno de tomate. FIESTA ESPAÑOLA
El municipio de Buñol acogió esta "batalla" de tomates, a la que llegaron diversos turistas
Así ha terminado la "fiesta más divertida del mundo", en palabras del alcalde de Buñol, Fernando Giraldós. Una celebración que comenzó como una batalla entre amigos y que hoy ha sido cubierta por más de 50 medios de comunicación de todo el mundo. Las 120 toneladas de hortaliza roja y madura fueron cultivadas este año en la vecina región de Murcia para ser destinadas en exclusiva a la fiesta popular, una de las más conocidas en España por lo impresionante de una batalla que deja todo -y a todos- teñido de rojo. La "Tomatina" se celebra anualmente el último miércoles de agosto en esta localidad de 10.000 habitantes como parte de las fiestas patronales en honor a San Luis Bertrán. En 2002 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Su origen se remonta a 1945, aunque hay varias versiones respecto a por qué aquel año se produjo la primera guerra de tomates. Una de ellas apunta a que un grupo de jóvenes comenzó a lanzar las hortalizas a los músicos de las fiestas patronales, que pronto respondieron al ataque tomando tomates de una frutería cercana. Otra apunta a que un grupo de gente decidió saldar una discusión política arrojándose todo tipo de hortalizas. Y otra indica que un grupo de jóvenes que querían participar en un desfile de gigantes y cabezudos empujaron a los participantes, iniciándose entonces una batalla campal con las hortalizas de un comercio cercano.