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Jonathan Moñiz, alias 'El Piojo', y su hermano Miguel Ángel, fugados desde el pasado 5 de diciembre de la cárcel madrileña de Valdemoro, eran ordenanzas del office del módulo nueve de este penitenciario, un cargo que les otorgaba ciertos privilegios como gozar de "más libertad de movimiento que el resto de los presos", por su buena conducta.
Ambos fueron nombrados por Junta de Tratamiento, encargada de realizar estos trámites en base a los informes de los funcionarios y el educador del módulo. Un puesto para el que es necesario ser un "preso comprometido" y con el que se suele recompensar con una comunicación 'vis a vis' al mes.
Por ello, participar en estas actividades está considerado como uno de "los destinos de confianza" a presos con buena conducta. "No es algo que se conceda de repente, sino que tiene que haber una trayectoria de buena conducta", destacan fuentes de Instituciones Penitenciarias.
El ordenanza de office es el encargado del economato del módulo, convirtiéndose en una figura clave "para todo tipo de transacciones como pago de deudas, drogas o teléfonos a cambio de conseguir tabaco, latas" u otros caprichos de los reclusos. Una responsabilidad dentro de la prisión que da ciertos privilegios como gozar de "una mayor movilidad" en el centro penitenciario y la obtención de "informes de buena conducta para obtener permisos o el tercer grado".
A pesar de la buena conducta de los hermanos, ambos se fugaron de esta cárcel el pasado 5 de diciembre. Al parecer, accedieron ese día al almacén de la planta baja del centro penitenciario con una llave que habían fabricado, serraron los barrotes de las ventanas y salieron a un tejadillo, desde donde accedieron a las vallas, la última de ellas de siete metros, en una zona custodiada por la Guardia Civil. Desde entonces, las autoridades mantienen un dispositivo de búsqueda.