Isidro Suárez, Tipógrafo del Far West

Después de 16 años, los políticos mandantes conileños de Izquierda Unida (IU) (que no mangantes) desean seguir gobernando. Van a por todas para permanecer cuatro años más (que ya serían veinte del ala). No se resignan a dejar la responsabilidad de gobernar Conil de la Frontera en manos de otras fuerzas políticas. Hay mucha pasta gansa en juego. Es lo que más interesa.

Pero, por suerte, aunque nuestra democracia no sea tan demócrata, sus ahora bien arrinconados secretarios personales en el ayuntamiento conileño, nominados dactilares, también cambiarán su privilegiado status por el de cualquier ciudadano de a pie. Y después qué…Ya no les valdrán sus empecinamientos de esconder a sus jefes y jefecillos haciendo guardia a la puerta de sus despachos para preservar su intimidad y. ..¿autoridad?; y después qué… ¿Quedarán tales secretarios como “la bien pagá”?.

Y, claro, sus contrincantes socialistas ya van a por todas porque saben que hay dónde "rucar” (aprovecharse del erario público, que es el dinero de todos). Y la cosa es que están en su perfecto derecho si las leyes no dicen lo contrario. Aunque somos los votantes, militantes de partidos o no, los que determinamos dónde cae la rueda de la fortuna para unos u otros. El cambio de gobierno está en la voluntad del pueblo llano, aunque al final esté muy acostumbrado a que le vendan buenas promesas para luego recibir sólo humo.

Y pretender eternizarse en el poder no es ni más ni menos que buscar un continuismo para alcanzar el totalitarismo que tanto presumimos no querer. Porque la alternancia es la madre de la democracia; y el continuismo es el padre de cualquier dictadura. Pero, para ellos/ellas todo es conseguir su ansiada panacea que, mientras esté en sus manos, se acabaron las amistades de base. Sólo los poderosos tendrán acceso a su ilustre persona cabildante aunque sea un/una mangante. Pero eso pasa con todos los nuevos poderosos.

…(de los leales a sí mismos cuando pretendieron al principio de la democracia pergeñar un partido político al margen del PSOE que se llamaría “Los Leales de Conil”)…

Pero, para conseguir la poltrona consistorial, no es necesario que la señora Leal (de los leales a sí mismos cuando pretendieron al principio de la democracia pergeñar un partido político al margen del PSOE que se hubiese llamado “Los Leales de Conil”) salga ahora por peteneras para no apoyar los presupuestos del ayuntamiento conileño cuando el alcalde les está sacando las castañas del fuego en su condición de vicepresidente 1º de la Diputación Provincial de Cádiz apoyando al PSOE el cual tiene la presidencia, y del que ella es militante interesada, pero en plan rompecojones.

Y lo que el suscribiente no entiende muy bien: ¿Cómo es que siendo el alcalde Antonio Roldán el máximo exponente de la autoridad en Conil de la Frontera por Izquierda Unida y el PCE, representando en esta villa marinera a tales fuerzas políticas (que se suponía como poco su agnosticismo) preside una procesión Católica, Apostólica y Romana que, además, está muy enraizada con las dictaduras padecidas en España o Latinoamérica y muchísimos casos de pederastia?

“Mi no entender”. Uno no está acostumbrado a ver y palpar la hipocresía tan de cerca y que los políticos nos quieran convencer de que les interesamos como ciudadanos, cuando eso no siempre puede ser una virtud, porque también a los tábanos les pueden interesar las caballerías. Y es que parece que en política lo que importa no es saber quién es quién, sino quién está con quién.