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Si todavía no está aclarado un tema tan grave como el del chivatazo a ETA, que lo único que ha hecho es arrojar cada vez mas indicios de que el gobierno está implicado en el mismo, ahora nos enteramos que la presidenta del Tribunal Constitucional, Maria Emilia Casas, se mueve en el entrono pro etarra y nacionalista con total soltura.
Si todavía no está aclarado un tema tan grave como el del chivatazo a ETA, que lo único que ha hecho es arrojar cada vez mas indicios de que el gobierno está implicado en el mismo, ahora nos enteramos que la presidenta del Tribunal Constitucional, Maria Emilia Casas, se mueve en el entrono pro etarra y nacionalista con total soltura.
Según la información que ha publicado la Gaceta, Maria Emilia Casas votó a favor y no se abstuvo en la votación del alto tribunal que en julio de 1999 sacó de la cárcel a la mesa de Herri Batasuna, encabezada por Karmelo Landa.
Según relata el rotativo, Casas y su marido, Jesús Leguina, mantienen una estrecha relación de amistad con el etarra Landa y su familia. La madre de Landa, Guadalupe Mendibe, fue asistenta y niñera en casa de los padres de Leguina, futuros suegros de María Emilia Casas. Guadalupe Mendibe ha contado a La Gaceta que la familia Leguina le ha ayudado a sacar adelante a sus siete hijos. Según ha revelado, la presidenta del TC y su marido van a verla todos los veranos al pueblo de Ea, en Vizcaya, donde vive.
Pero esto no es lo único que nos pone en antecedentes sobre la presidenta del TC, ya que se demuestra que tiene un perfil nacionalista, pues antes de su elección como presidenta del Tribunal Constitucional en 1998, respaldó con su voto casi todas las sentencias y resoluciones favorables a los intereses del PNV.
Nos encontramos con muchísimas actuaciones más que confirmarían esta teoría y que podéis ampliar en la Gaceta, pero voy a relatar brevemente una de ellas.
Parece que más de uno de sus compañeros han acusado a Casas de cierta laxitud frente a Herri Batasuna y demás etiquetas del brazo político de ETA. Cada vez que tiene que decidir qué candidaturas políticas equivalen en la práctica a una nueva Batasuna, emite votos particulares en el Constitucional pidiendo un mayor plazo de tiempo para resolver el recurso de amparo correspondiente.
Víctimas de ETA y políticos han pedido la dimisión de la presidenta del Tribunal Constitucional, pero me temo que nada de dimisión y mucho menos de investigación de los lazos de Casas con el entorno pro etarra. Recordemos que esta señora fue nombrada a propuesta del PSOE y tiene un sueldo anual de 146.342, 58 € . De momento ha declinado hacer declaraciones ante unas acusaciones tan graves, me imagino que será debido a que no tiene nada que rebatir de la información facilitada por la Gaceta.