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Albertina tenía muchos problemas en sus relaciones familiares. Le dije que para resolverlos precisaba de un entrenamiento para cambiar su mente. Ella aceptó y aquí te presento cómo sucedió todo y los resultados
Saliendo de una tienda de una céntrica calle habanera Albertina me aborda y sin casi respirar me pide ayuda por los problemas de convivencia que tenía en la familia.
Cuando nos volvimos a ver ella seguía defendiendo la idea de que la raíz de esos conflictos radicaba en la forma de ser de algunos miembros de su familia.
Yo le dije que ellos no tenían que ver para nada con su sufrimiento y que lo que ella precisaba era de un entrenamiento para cambiar su mente.
Ella aceptó y aquí te presento, en apretada síntesis, en qué consistió la esencia del adiestramiento y su testimonio sobre cuáles fueron los resultados.
Lograr la armonía en las relaciones familiares es una de las cosas más difíciles en el ámbito de las relaciones interpersonales.
¿Por qué?
Porque son muchos egos conviviendo juntos y no existe nada que irrite más a un ego que los egos de los demás.
¿Cuál es la raíz de este malestar?
La incapacidad de nuestra mente de aceptar las diferencias.
Te lo explico:
A la mente humana le cuesta mucho trabajo aceptar las diferencias, y no es porque no comprenda el hecho de que lo singular del mundo en el que vivimos es precisamente que todo es diferente.
La cuestión radica en que la mente humana está construida de modelos. Esa es la base de su funcionamiento.
Gracias a esos modelos puedes interpretar, comprender y actuar en el mundo, gracias a ellos puedes interactuar con los demás y vivir en sociedad.
(Un dato curioso: Aunque te sea difícil creer, lo que crees de ti mismo es solo uno de esos modelos).
Y hasta aquí no hay problema alguno.
¿Dónde se comienza a enredar la madeja en las relaciones con los demás?
1-Cuando no comprendes que nada de lo que existe está hecho por modelos. Ni los gemelos monocigóticos obedecen a ello.
2-Cuando al no comprender esto permaneces fijo en tus modelos y les exiges a los demás que sean ellos los que deben adaptarse a tus patrones.
3-Cuando producto de esta tergiversada exigencia comienzas una lucha extenuante por cambiar a los “otros”.
Aunque te parezca jocosa la pregunta; ¿sabes por qué los animales no padecen de neurosis y las plantas no necesitan de terapias?
Porque instintiva e intuitivamente ellos “saben” que están en esta existencia para alegrarse, celebrar y disfrutar las diferencias, pero nuestra mente con sus modelos no nos permite hacer esto.
Esa era, precisamente, una de las causas fundamentales del sufrimiento de Albertina.
Cuando ella fue comprendiendo esto le surgió una pregunta obvia:
¿Puedo convivir y realizar mi vida social sin esos modelos?
¡Desde luego que no!, pero sí se puede evitar el sufrimiento que ellos causan.
¿Cómo?
Aplicando la técnica de meditación de ser el observador.
Gracias a la práctica sistemática de esta técnica se va agudizando en ti la parte intuitiva y vas “dándote cuenta” que cuando estás molesto con algo o con alguien es porque estás atrapado en tus modelos mentales y entonces no te cuesta trabajo salir rápidamente de ese malestar.
¿Por qué?
Porque vas adiestrando tu atención para dirigirla no en aquello que te molesta, sino en tomar distancia de tus propios modelos.
Y ese “tomar distancia” debilita los efectos emocionales que esos patrones mentales ejercen sobre ti.
(Nota Aclaratoria: No entro en explicaciones detalladas de esta técnica porque el artículo se haría muy extenso y porque ella aparece bien detallada en el libro: “Puedes lograr el equilibrio interior: 12 Charlas para disciplinar a la Mente”, que puedes adquirir a partir del día 16)
La aceptación y la sincera bienvenida a las diferencias; en eso consiste la felicidad y la armonía
“Tomar distancia” hace que no necesites plantearles demandas a los demás del tipo: “Sería más feliz si cambiases”.
Cuando te vuelves un experto en el uso de esta técnica, cuando la incorporas como parte normal del funcionamiento de tu mente ocurre una cosa maravillosa: Comienzas a aceptar las diferencias porque empiezas a vivir en la Unidad.
Ya no tienes necesidad ni de reprimir a nadie, ni de reprimirte y entonces comprendes la alegría inmotivada que produce el aplaudir a esas diferencias.
Ahora no luchas por cambiar a nadie y la palabra convivir toma una nueva connotación para ti porque está indisolublemente ligada a armonía.
Como en una orquesta, ves claramente que cada miembro de tu familia es un instrumento diferente, con una tonalidad diferente, interpretando notas diferentes, pero ya no estás interesado en eso, ahora estás interesado en escuchar la magnífica melodía que emite la oportunidad de convivir.
Y eso es armonía.
Debo confesar que Albertina se dedicó a fondo en este entrenamiento, ella estaba comprometida a no seguir sufriendo, ella estaba abierta a realizar este cambio de mente y los resultados los puedes conocer en este vídeo testimonial.
Https://www.youtube.com/watch?v=3yGYLKoZLhc
¿Cómo te puede ayudar la meditación si estás enfrentado una situación parecida a la de Albertina?
La meditación te ayuda a dejar al ego aparte porque te ocupas más de sentir la Vida.
Cuando eso ocurre (y no antes), no te cuesta ningún esfuerzo rendirte al hecho de que convives con personas como son, no como quisieras que fueran y que tratar de cambiarlas sin que ellas quieran es un desgaste de tiempo, energías y salud.
La meditación actúa como un amplificador en tu mente que te hace volver al estado natural donde disfrutas lo maravilloso que es el aceptar.
Es la aceptación el pavimento de que está hecho el camino de la transformación. Una vez que aceptas; la molestia y el sufrimiento se desvanecen y tu influencia sobre los otros es enorme.
¿Cuándo no hay aceptación?
Cuando todavía quede en ti, aunque sea una pizca de esa picazón que tenemos de estar condenando, juzgando y comparándonos con los demás creyendo que el mundo tiene que bailar al compás de nuestra música.
En un matrimonio o en una familia la no aceptación está en el hecho de que se nos olvida que, así como soportamos a los demás, los demás nos soportan a nosotros.
¿De veras quieres estropear tus relaciones familiares por tu Ego?
Recuerda esto:
La aceptación y la sincera bienvenida a las diferencias; en eso consiste la felicidad y la armonía.
Si aceptas, desde lo más profundo de tu corazón y no de tu mente, te invadirá una calma absoluta, una calma que es propia del ser.
Créeme, aplicar la aceptación es la llave que abre todas las puertas de todos los corazones.
No hay cerradura que no se pueda abrir con la aceptación, pues en la plena aceptación de las diferencias está la base de la unidad, de la convivencia pacífica, de la amistad verdadera y del amor desinteresado.
Fíjate el tremendo alcance que tiene la aceptación que puede ser que no estés de acuerdo con lo que he estado expresando en este artículo, y sabes qué;
Que eso es digno de ser aplaudido porque esas diferencias de opiniones es lo que enriquece y le da colorido a nuestra comunicación.
Pero te voy a decir el mayor beneficio que obtienes de la meditación: Como Albertina, aprender a vivir sin miedos.
¿No crees que vale la pena?
Por favor, déjame saber tus comentarios al respecto.
La meditación actúa como un amplificador en tu mente que te hace volver al estado natural donde disfrutas lo maravilloso que es el aceptar
MUCHAS GRACIAS.