Nunca suelo leer el spam que me llega al correo electrónico; es decir, la publicidad. Siempre me ha dado bastante igual y la borro automáticamente. Yo lo único que leo son las notificaciones de redes sociales, los boletines de los foros, tiendas y páginas web a los que estoy inscrito y los emails de mis amigos y del trabajo. Odio la publicidad, me aburre, y por eso rara vez consigue generar algún efecto en mí. Hay amigos míos que dicen que los anuncios realmente efectivos son los de comida, pero tampoco; cuando los he visto, incluso cuando tengo hambre, la comida que presentan me parece tan ficticia que no me despierta ningún deseo.

Pero algo tiene el catálogo de alquiler de coches en Menorca que he recibido ayer que me he quedado embobado mirándolo. No sé, a lo mejor ha sido por la combinación de colores, en su mayoría oscuros, que son los que más me gustan; pero con una sobriedad neutralizada, de forma muy elegante, por el salmón, que encima es mi color favorito. Quizá también se deba a que las palabras clave que destacan me llamaron mucho la atención. De hecho, lo primero que leí fue: “coches de alquiler en aeropuerto Menorca”; por supuesto, ponía eso pero con preposiciones y una gramática correcta, pero eso era lo visible y lo que me despertó la curiosidad. ¿Se alquilan vehículos en el aeropuerto de la isla? No tenía ni idea.

La verdad es que nunca he tenido ganas de conducir y no creo que vaya a empezar a tenerlas gracias a un anuncio que, inesperadamente, ha captado mi atención. No obstante, sí que me han dado ganas de pasar frente al susodicho negocio de coches de alquiler de Menorca la próxima vez que vaya al aeropuerto para, no sé, irme de viaje o recoger a algún amigo que venga a visitarme.