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En uno de los programas de Sálvame, Karmele se jactó públicamente de ser una admiradora del político nacionalista Carod Rovira, el cual le devolvió tanto piropo gratuito con una llamada
En dicho programa, al decir algún que otro disparate más de los que nos tiene habituados, el "Icono nacionalista", como en ocasiones subtitulan su aparición, y no lo digo con segundas, se marchó porque el público comenzó a abuchearla. Como le gusta la cámara más que un caramelo a un niño, no hizo falta mucho esfuerzo para que volviera "del todo". Lo digo porque en otra edición de Sálvame, en la que también abandonó el plató después de pelear con Jimmy Fernández Arnau, dijo..."pues ahora me voy, me voy y me voy...me voy del todo". La verdad es que no sé cómo se puede ir uno si no se va del todo. Pobrecita, mis lágrimas inundaban el salón, claro está, de risa.
Pues a lo que iba. Mari Carmen Marchante Barrabés, más vulgarmente conocida por Karmele, hizo un panegírico de un tal Carod Rovira que me dejó patidifuso. Hasta ahí todo normal, pues cada uno tiene sus preferencias y cada cual puede ser fan de quien quiera, hasta de un político al que todos los indicios apuntan a un uso inmoral de fondos públicos.
Mi curiosidad por tan loado político me obligó a buscar información sobre él por Internet, y cuál es mi sorpresa cuando compruebo que dirige la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y está cometiendo una serie de tropelías, por lo que ante tanta admiración de Karmele por semejante especímen me veo obligado a hacerle varias preguntas sobre asuntos que aparecen en la prensa, como son:
- ¿Le parece moral que su admirado político, amparándose en un argumento sibilino de "seguridad", maneje 29 tarjetas de crédito (dos de ellas a nombre de personas en excedencia) en las que dicen se han cargado 100 millones de las antiguas pesetas?.
- ¿Le parece moral que su admirado político se haya gastado 80.940, 00 € en el viaje a Estados Unidos para la inauguración de la delegación de la Generalidad en esta ciudad, acompañado por Pasqual Maragall y Joan Rigol?.
- ¿Le parece moral que su admirado político se haya fundido en el 2007 la bonita cantidad de 272.600 euros en la primera fiesta de la cooperación catalana?.
- ¿Le parece moral que su admirado político, junto con Montilla, gastaran la suma de 43.345 euros en comidas y 47.389 euros en coches de alquiler en cuatro días en un viaje a Japón?.
- ¿Le parece moral que su admirado político cobre un fijo de más de 21.000, 00 € por desplazamientos pese a tener coche oficial?.
- ¿Le parece moral que su admirado político haya firmado un acuerdo que contempla el gasto de 556.000, 00 € en condones para Mozambique, Guatemala y Etiopía?.
Y así podríamos seguir con otras tantas lindezas, pero no les quiero aburrir más, salvo añadir que ya se pueden suponer la cantidad de españoles, y si no los quiere, de catalanes que podrían ver aliviada su situación con un mínimo de 1.021.274, 00 € realmente malgastados, sí señores, como lo leen, 169.925.695 de las antiguas pesetas, que ya se dice pronto. Pues imagínense el resto de cantidades que puede haber por ahí, ya que esto es una pequeña muestra.
Que en un país con la situación económica que padece, con tantos millones de parados, con tantos millones de personas a las que no les llega el sueldo a final de mes, con tantos miles de familias en las que no entra ningún ingreso, con tantas personas que se las ven y desean para poder acceder a un trabajo, un personaje como éste despilfarre el dinero público de una forma tan inútil y gratuita, como poco me parece inmoral, obsceno y abyecto.
Si la tal Karmele fuera una periodista de verdad, en el mismo programa y en cualquier otro ámbito público, debería denunciar y condenar estos abusos por muy admirado que sea, porque el verdadero periodismo exige objetividad y hasta éste momento todo indica que carece de ella. Mientras no lo haga, su silencio la convierte en una persona tan inmoral, obscena y abyecta como él, a no ser que le guste ser todo esto y más.
Así que lo menos que puedo decir es...¡Que no te calles Karmele!