Había un agricultor,de la huerta de Murcia,en el año 1963,que trabajaba de sol a sol,para llevar a su casa unos cuantos reales, apenas para mal alimentar a su numerosa familia.Trabajaba como cinco hombres,pero pensaba como un animal de carga. No sabía ni leer,ni escribir,pero por la noche,cuando regresaba a su hogar,muy cansado,siempre tenía quince minutos para contarle un cuento a sus hijos.

Pasado algunos años,una noche al regresar a su casa,se encontró con un hombre que no había visto en su vida.Se saludaron,y aquel forastero le invitó a una cerveza. Tuvieron una charla,muy larga, y la gente del pequeño pueblo,se preguntaba con quien estaba hablando el fulanico.

Ese fulanico,cambio de la noche a la mañana.Despues del trabajo iba a casa de su hermano menor,que le enseñó a leer,a escribir,a contar. Estaba irreconocible,se había vuelto incansable,podía abarcar con todo. Un buen día decidió escribir un cuento para leerselo a sus hijos. Tanto ellos como su esposa quedaron maravillados,una noche trás otra.

Por fin decidió ir a la capital del segura,y entregar sus cuentos a un periodista que le recomendaron. Al cabo de unos meses,le entraba más dinero del que nunca se hu biera imaginado,su esposa y sus hijos le admiraban y le amaban más que nunca.

Pasado unos años,y el fulanico ,millonario,le preguntaron,que como había llegado a ese nivel de éxito. Un hombre me enseño a pensar, hace ya muchos años,contestó él. Decidí ser rico,y lo pensaba tan fuerte que me ardía, y todo se hizo solo. Pensar,pensar,pensar,pensar.....