A tenor de este tema, recuerdo un proverbio de la Biblia que dice "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra" que recoge el evangelio de San Juan como dicho por Jesucristo, en defensa de una mujer a la que habían condenado a ser apedreada por adulterio.

Está claro que es fácil juzgar a los demás sin juzgarnos a nosotros mismos primero o al mismo tiempo.

Todos parece ser que vemos la paja en ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro.

Quiero decir que la característica de nuestra forma de ser rara es relativa, y que todos nos vemos normales y vemos raros a otros, a algunos de los demás.

Pero las formas y costumbres de cada uno de nosotros, son totalmente distintas y hay que entender que lo que nos parece raro a nosotros es normal para otros.

Nuestro comportamiento es algo intrínseco a nuestro ser, y aunque nos esforcemos por ser de una u otra forma distinta (y es cierto que lo conseguimos a ratos o temporadas cortas) nuestra forma de ser "real y constante" siempre sale a la luz, y así debe de ser.

Es normal que cada uno reaccione de forma distinta ante los demás, ante sus palabras y sus hechos, es lo más normal, porque al final somos de una forma que es imposible hacer desaparecer.

Ser simpáticos o no, empáticos o no, cariñosos o no, es algo que pienso que sale de nuestro adentro, que llevamos de serie, y aunque sea mejorable, lo cierto es que cuando uno de nosotros es seco de carácter, no se le puede pedir que sea cariñoso siempre, aunque a veces se esfuerce y lo haga, o le nazca de vez en cuando de natural.

Si recibo el bien y devuelvo el mal o la indiferencia porqué sí, las cosas no pueden funcionar bien...

Pero la persona que es habladora, no callará, la persona callada no hablará.

La persona que halaga y alaba lo bueno de los demás siempre lo hará y el que no guste de hacerlo, es raro que alague a los demás por más que piense que hacen las cosas bien, porque no le nace y no necesita que se lo hagan, por lo cual no entiende que otros estén necesitados de justamente eso.

Todos somos raros a los ojos de otros y normales a los nuestros y a algún grupo de personas a las que caemos bien y nos quieren y aceptan nuestra forma de ser.

Lo ideal es que todos respetemos las formas de ser de los demás y aceptemos que se puede ser distinto sin ser malo o peor que nosotros mismos.

¿Qué quiere decir Mateo 7 12?“Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas” (Mt 7:12). "Esto nos lleva de regreso a la verdadera justicia, la reparación y el mantenimiento de relaciones correctas en el trabajo y en todo lugar."

No escribo esto con afán religioso en absoluto, pero lo cierto es que ésas máximas aparecen en la religión, en muchas religiones.

No hagáis a otros lo que no queréis que os hagan a vosotros. 

Las normas básicas nos indican un camino que en este caso viene descrito por las religiones, pero además hay algo que no tiene que ver con el espíritu sino con la moral y la ética filosóficas y que al final de la historia llegan a nosotros por la cultura.

Si las personas no son educadas, no reciben enseñanzas de bondad y de reciprocidad, no hay nada que hacer, porque impera el egoismo y el narcisismo.

Cuando sólo miramos nuestro ombligo y no pensamos en el bien común, todos devolvemos mal por mal e incluso devolvemos mal por bien.

Por lo cual el que esté libre de rarezas, que mire hacia si mismo y que piense que debe dar lo que espere recibir.

Amén.