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El Olympique Marsella, que vio cómo se le escapaba la duodécima victoria seguida en casa en los últimos segundos ante el Reims (2-2) el viernes, mostró síntomas de mejoría en su juego, que deberá confirmar en los próximos encuentros.
Hasta ahora, el Marsella ha tenido un calendario sencillo tras el inicio de año: Montpellier, Guingamp, Niza, Evian-TG, Rennes y Reims: equipos de mitad de tabla.
Los marselleses solo han sacado ocho de dieciocho puntos posibles, antes de enfrentarse a rivales más potentes.
La próxima semana visitarán el Geoffroy-Guichard para enfrentar a Saint-Etienne, después Caen, a mediados de marzo el Lyon y a principios de abril, el París SG.
Contra el Reims, el OM disparó 21 veces encontrando la portería en solo cinco ocasiones. Mejoró sus prestaciones, pero no lo suficiente. Lo preocupante es que el técnico argentino Marcelo Bielsa indicó que no sabía cómo resolver este problema, ya que depende más de la confianza que del entrenamiento.
Esta falta de confianza también se nota en defensa. El Marsella encajó dos goles ante el Reims, sumando siete en los últimos seis partidos ligueros. Es difícil manteneres en la lucha por el título siendo la octava defensa menos goleada del campeonato.
El OM se mostró agresivo ante el Reims, sobre todo con la salida al campo del argentino Lucas Ocampos. El Marsella recuperó la esencia de Bielsa acorraló al Reims hasta el punto que el entrenador visitante, Jean-Luc Vasseur, habló de "tsunami humano" al finalizar el encuentro.
- Cinco o siete atacantes -
Este OM, con cinco atacantes (Gignac, Thauvin, Payet, Ocampos, Ayew), o siete si les sumamos los laterales Mendy y Dja Djédjé, fue el que estuvo líder al principio del campeonato. Bielsa debe reflexionar sobre los cambios defensivos para mantener el resultado (Thauvin por Bill Tuiloma y Dimitri Payet por Baptiste Aloe), que hicieron al OM recular hasta el empate del Reims.
Tras ganar de forma mediocre al Evian y empatar ante Rennes en una primera parte sin ganas, el equipo del técnico rosarino recuperó la presión y el alto ritmo de juego ante el Reims.
La llegada del argentino Ocampos, procedente del Mónaco, ha aportado al ataque del equipo del sur de Francia un nuevo aire. Tanto, que al contrario que un fallón Thauvin, el extremo argentino tomó siempre la decisión correcta el viernes.
Incluso, la vuelta del ghanés Andrew Ayew, abatido tras perder la Copa África, puede relanzar a un equipo que goza de razones para estar tranquilo, pero que debe confirmarlas en los próximos encuentros.