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Los corazones de Diamantino García Acosta, Enrique Tierno Galván, Carlos Cano, Enrique Iniesta o Labordeta siguen latiendo
Hoy 26 de septiembre, se celebra el día mundial del corazón y se me ocurre que esta semana no es sin duda una semana más. Parafraseando a la ingeniosa Leire Pajín en su célebre comentario sobre confluencia cósmica, realmente en estos días la historia reescribe renglones.
El dia 24 de Septiembre, se conmemoraba en San Fernando (Cádiz), el bicentenario de de la apertura de las Cortes Extraordinarias de 1810. Culmen del trabajo de aquellos diputados fue "La Pepa", Constitución que reconoce la soberanía popular y refleja en su texto libertades como la de prensa, que abren España a la modernidad.
Vienen a nuestra memoria diputados tan ilustres como aquellos que en 1810 se reunieron en la Isla de León y en esta lista no puede faltar D. Enrique Tierno Galván, el segundo mejor Alcalde de Madrid y que se encargó de redactar el preambulo de nuestra vigente Constitución, la de 1978.D. Enrique, fue un hombre del pueblo y acciones como la de devolver los patos al Manzanares o llenar los parterres de los jardines de Madrid de flores, fueron tan celebradas como su oposición frontal a nuestra entrada en la OTAN. Suerte tuvo Felipe Gonzalez de que el pobre falleciese poco antes de que el PSOE nos metiera de lleno.
En esta lista tampoco puede faltar Jose Antonio Labordeta. Casualidad o no, hace siete días que nos dejó y su nombre junto al de D. Enrique ha dejado una huella en el Congreso. Su negativa a la intervención en conflictos bélicos también queda en nuestra memoria como queda su mochila cargada de razones para soñar con un mundo que debe ser mucho más humano.
Carlos Cano, compartía con Labordeta el poder de la razón cantada en cada una de las estrofas que a fuego lento surgian en su caminar junto al pueblo
Entre los corazones que hoy aún siguen viviendo está el de Carlos Cano y el de Diamantino García Acosta. Carlos Cano, compartía con Labordeta el poder de la razón cantada en cada una de las estrofas que a fuego lento surgian en su caminar junto al pueblo. Carlos Cano abre al mundo con su "Verde y Blanca", una Andalucía diferente al igual que Labordeta en su "Canto a la Libertad". Ambos cantautores y poetas reflejan en sus letras la esperanza de un pueblo, Andalucía o Aragón.
Diamantino García Acosta, pertenece a esa casta de personas íntegras que se sienten adoptadas por un pueblo, en éste caso, Andalucía y deciden dedicar su existencia a mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos: campesinos, emigrantes, presos. Ayudar a cualquier grupo en riesgo de exclusión social era para él una indiscutible obligación.
Y podrían preguntarse ahora, en que se une el discurso social de Diamantino al de Carlos Cano o al de Labordeta, pero ya sé que muchos no se lo preguntarán porque lo saben: saben que son muchas las movilizaciones políticas o religiosas, en las que de canto final se entonaba las canciones de ambos y ese "Abra un día en que todos al levantar la vista..." era la señal de esperanza que cargaba de razón cualquier lucha.
Hombres de corazón y con un gran corazón que aún sigue latiendo no sólo en todos aquellos que los quisimos sino tambien en muchos otros que aún sin conocerlos heredaron sus palabras sin saberlo.
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"Abra un dia en que todos al levantar la vista..." era la señal de esperanza que cargaba de razón cualquier lucha