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Todo aficionado a la historia militar que tenga la oportunidad de visitar la capital británica no puede irse de esa ciudad sin visitar dos de sus museos más emblemáticos en temas histórico, castrenses, el Imperial War Museum y el Royal Air Force, RAF, Museum
Como destino turístico de primer orden que és, la ciudad de Londres tiene un montón museos, centros historicos, obras de arte y lugares de interés que conocer y visitar tanto para el turista ocasional o para el residente en esa urbe, prolijo y un tanto fuera de lugar seria intentar nombralos todos, pero si el visitante es aficionado a la historia militar, curioso del tema bélico, historiador, profesional de los ejercitos o periodista especializado en defensa, etc. No puede abandonar la capital británica sin conocer el Imperial War Museum y el Museo de la RAF.
Imperial War Museum
Sito en la parte oriental del Tamesís y no muy lejos del puente de Westminster. el Imperial War Museum, IWM, tiene una nombre un tanto engañoso pues por este podría parecer que trata de toda la extensisima historia bélica británica, pero no es así pues fundado en 1917, con la Primera Guerra Mundial, PGM, en su apogeo es un museo dedicado a los sucesos bélicos del siglo XX y lo poco que llevamos de XXI, siendo con ello un centro circunscrito a este espacio temporal. Tras flanquear su entrada, gratuita por cierto, adornada con cañones navales el visitante entra en un salón donde le reciben a modo de choque visual un misil V-2, y sendos cazas Spitfire, Harrier y un avión suicida Okha japonés colgados del techo.
En este punto y siguiendo las indicaciones de los guias lo más lógico es empezar el recorrido desde la planta 0 e ir ascendiendo hasta la quinta planta sucesivamente para hacerse esa idea histórica de recorrido por el Siglo XX.
La Primera Guerra Mundial
En una serie de salas mantenidas en penunbra el ambiente oscuro que recibe al visitante parece reflejar el ánimo social con que se recuerda en Gran Bretaña a la PGM, con amargura. Pues tras vivir un siglo XIX glorioso en que el Reino Unido era la primera potencia mundial, la Gran Guerra fue el inicio de una pesadilla de cuatro años con centenares de miles de muertos, no pocas derrotas y una criminal guerra de trincheras simplemente atroz.
De este modo esa oscuridad y sentimiento de amargura se ve en toda la exposición que expone con precisión todas las carcterísticas del conflicto desde el juego de alianzas continentales que lo provocaron, al reclutamiento, la uniformología y su evolución desde los uniformes neonapoleónicos de 1914 a los que ya adelantaban la Segunda Guerra Mundial en 1918, el frente interior con la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, y especialmente, y aquí se nota ese amargor, con la carniceria de la guerra de trincheras con especial recuerdo a las matanzas que el Ejército Británico sufrió en el Somme o Passchendaele que practicamente exterminaron a una generación.
De este modo el punto más espectacular es la recreación de una trinchera a tamaño real con efectos de sonido y un tanque Mark-I pasando por encima, el tamaño de la zanja y la impresión de ver el blindado desde abajo invita a deducir el shock por el que pasaron los soldados alemanes cuando fueron atacados por primera vez por estos ingenios británicos en 1916.
Una parte de final dedicada al armisticio y al ignominioso Tratado de Versalles reconocido universalmente como causa troncal de la Segunda Guerra Mundial, SGM, cierra esta muy completa, fidedigna y al tiempo que amarga exposición.
La Segunda Guerra Mundial
Subiendo a las plantas superiores contrasta el tratamiento más luminoso y decididamente optimista que se siente en la exposición dedicada a la SGM frente a lo sombrio de la exposición anterior, esto es por el palpable sentimiento de orgullo que tiene el pueblo brítanico por su participación y victoria en la Segunda Guerra Mundial, un orgullo que se sigue viviendo hoy.
La exposición sigue el orden cronologico de la SGM con los incios en la Blitzkrieg, la Batalla de Inglaterra, la guerra en el desierto, la entrada de EEUU en guerra, la Batalla del Atlántico, el frente ruso, el contraataque aliado, etc. Una historia de un conflicto mil veces contada y repetida en infinidad de libros, peliculas, documentales y reportajes televisivos mil y una veces redundantes y repetidos.
Por ello la exposición quiza no sorprenda en exceso al conocedor de la historia por esa redundancia en que se ha tratado ese conflicto, aunque dispone de algunos fondos muy interesantes como una máquina Enigma y un juego de ordenador adjunto en que el vistante sigue los pasos para conectar los mecanismos de la máquina y asi descifrar un mensaje del estilo de los que los alemanes enviaban codificados por el artefacto, mensajes que en el juego no difieren de los históricos pues son frases cortas y muy utilitarias la mayoría como: "Necesito munición antitanque", "el convoy se dirige al este", "el ataque empezará a las 8 horas", etc.
Otros fondos de interés como una bomba volante V-1, tanques Sherman y T-34, uniformes de todos los bandos, un aguila de bronce recuperada del Reichstag y continuos homenajes a los heroes anónimos y a historias poco conocidas hacen de esta una exposición interesante pero poco novedosa para el conocedor del conflicto.
Relacionada directamente con este periodo encontramos una emotiva exposición sobre el Holocausto, aunque se advierte que no sea visitada por menores de 14 años lo cierto es que carece de los elementos de crudeza de otras exposiciones históricas, documentales o libros que se han escrito sobre el horror de los campos de exterminio y la brutalidad del régimen nazi, de este modo el horror de lugares como Auschwitz, Buchenwald o Mathausen no es expresado graficamente en una idea comprensible de huir del morbo y la banalización.
Sin embargo esta exposición es especialmente brillante en mostrar las artimañas que implicaron el acceso de los nazis al poder y el el terrible acoso y marginación que sufrió el pueblo judio en las étapas iniciales del Reich antes de que el Holocausto propiamente dicho empezase, una verdadera lección a aprender sobre lo que significa el acoso y marginación social, con cualquier excusa, en las sociedades democráticas contemporaneas y que en la Alemania Nazi llevo al horror por todos conocido. Una lección de lo que empieza con insultos en la calle puede si no se ataja generar en el máximo de los horrores.
Posguerra
Antes de pasar por la cafetería y la tienda de regalos es obligado ver las exposiciones destinadas a la posguerra y los programas de reconstrucción del Reino Unido tras la SGM, bautizados como "Future Britain", y los apuntes dedicados a la Guerra de las Malvinas, al conflicto de Irlanda del Norte, la Guerra del Golfo y la intervención multinacional en Los Balcanes junto a unos stands dedicados a las Guerras de Irak y Afganistán y el temor al holocausto nuclear de la Guerra Fria, se conserva una réplica de la bomba Little Boy de Hiroshima, cierran la exposición.
La estética de las salas del Imperial War Museum muestran con claridad el estado de ánimo con que los británicos rememoran la primera y segunda guerras mundiales
Una ultima sala dedicada a homenajear a los condecorados en guerra con la Cruz Victoria y en paz con la Cruz de San Jorge, las más altas condecoraciones británicas en ambos periodos, culminan la vista al museo, un museo en que es facil interpretar el tipo de huella que dejó los distintos conflictos vividos en el Siglo XX en la psique del pueblo brítánico.
En ruta al Museo de la RAF
Bastante alejado del centro de Londres, en el Barrio de Colingdale, encontramos el RAF Museum sito en esa ubicación pues era donde en los años 20 y 30 del pasado siglo la Royal Air Force hacia sus exhibiciones públicas. Hay que avisar que el periplo en metro hasta esa ubicación desde el centro de la ciudad puede agotar facilmente el credito de nuestra tarjeta de transporte, Oyster, que es el medio más practico para moverse por Londres.
Hay un inciso que destacar es que si hemos prestado atención en nuestra visita previa al Imperial War Museum recordaremos el plan de reconstrucción de la posguerra "Future Britain", nos acordaremos que en él se exponia la construcción masiva de casitas adosadas de dos pisos lo suficientemente baratas para ser edificadas en masa pero que proporcionaran una calidad de vida tangible a una familia de tamaño medio, cuatro personas. Sociologicamente es interesante comprobar como las sucesivas crisis economicas y financieras que afectaron tanto al Reino Unido como a todo el globo en los últimos 78 años han afectado a la condiciones de conservación de estas edificaciones dejando en muchas un aspecto sucio y descuidado pese a que se siguen habitando.
Una muestra palpable de las precarias condiciones urbanas de los barrios del extrarradio de Londres frente a la populosidad y esplendor de la city, un recordatorio claro que pese a su status de potencia de primer nivel y su glorioso pasado, la Gran Bretaña, como todos, es un páís con problemas.
Entre aviones
Recibidos en la entrada por sendos cazas Spitfire y Hurricane colocados sobre pedestales. el museo esta dividido en hasta seis hangares, el primero a modo de presentación es un "poupurri" que muestra pasado y presente de la RAF desde los inicios en la PGM hasta la actualidad con una mezcla de aviones expuestos que van desde el biplano F-2B al reactor F-35 pasando por el Spitfire o un helicoptero Sea King y lanchas de rescate maritimo.
El segundo hangar esta dedicado a la PGM y al recordar el mito de la caballerosidad entre aviadores enemigos en los primeros duelos aéreos en esta exposición no hay rastro de la amargura que encontramos en la equivalente que vimos en el Imperial War Museum, y esto es por el romanticismo que conllevaron estos primeros combates en el aire realizados entre pilotos que idealizados como caballeros que habian cambiado sus monturas por aeroplanos, llevaron a cabo una lucha digna con la dignidad, hidalguía y honor de un lance medieval frente al horror de la guerra de trincheras que se vivia en tierra.
Será esta una imagen idealizada y muy discutible con la realidad histórica, pero es la imagen que ha perdurado y lo cierto es que nadie tiene verdadero interés en cambiarla.
Al ser una exposición británica desde luego es mayor la colección de aviones: Sopwith Camel, SE-5A o Avro entre otros, así como efectos de los pilotos británicos pero tambien llama la atención ver cazas alemanes como el Fokker D-VII o el Albatros D-VA, muy dificiles de encontrar en el resto del mundo, por lo que los aficionados a la historia de los "caballeros del aire" es un gozo contemplar tales aparatos.
Como curiosidad hay que destacar un stand en que explica el funcionamiento del mecanismo de ametrralladoras sincronizadas que diseño Anthony Fokker y que permitió disparar a través de la helice, recreado en una máquina el funcionamiento del mecanismo es sorprendente y que por fin explica claramente al visitante como funciona la sincronización mejor que cualquier definición de un manual.
Ahora bien todo aficionado a la aviación podría alacanzar el extasis al entrar en el hangar combinado 3, 4 y 5 donde se exponen la mayoria de los 100 aeroplanos que se exponen en el museo, la panoplia es espectacular e incluye tanto reactores, biplanos de entreguerras así como toda clase de aviones de la SGM.
Intentar enumerar todos ellos nos dejará a muchos en el tintero y seria más tarea un catalogo y no de este reportaje, solamente mencionar que de la SGM encantraremos entre otros cazas como el: P-51 Mustang, los Messsercmitt-109 y 110, el P-40 de los Tigres Voladores, el P-47 Thunderbolt el Typhoon de ataque al suelo o el el Stuka alemán o bombarderos como el Lancaster, el B-17, el Mosquito o el Beaufighter y muchos más a descubrir e identificar.
En el campo de la SGM tiene especial relevancia la posibilidad de subirse a la cabina de un Spitfire previo pago de una entrada de 27 libras, la entrada al museo es gratis, y es un dinero bien pagado pues aparte de subirse y las consabidas fotos, se cuenta con un técnico que te explica la historia individual del aparato y de hecho aparte de sus prestaciones te da una lección de vuelo en este mítico caza, de hecho es como un curso acelerado de manejo del Spitfire: despegar, volar, aterrizar y uso del armamento, un sueño para cualquier aficionado a la aviación de la SGM el poder subirse a un Spitfire y conocer su manejo.
Entre los reactores se pueden ver las cabinas del Phantom, del interceptor Lightning o modelos de la posquerra como el Hawker Hunter o el Vampire entre otros más, pero tras un stand dedicado especificamente a la Batalla de Inglaterra si se desean seguir viendo reactores es preciso desplazarse hasta el Hangar 6 dedicado a la RAF actual y su evolución desde los años 80 hasta hoy.
Es una exposición que tiene en cuenta la sociologia popular contemporanea pues aparte de desplegar aviones como el Bucanner, el Jaguar, el Tornado o el Eurofighter muestra una panoplia de las noticias de peso mundial de los últimos 40 años como la caida del muro de Berlin, la Guerra del Golfo o el 11-S entre otras y pueden escucharse en auriculares las canciones que cada año fueron nº1 en Reino Unido.
Esta visita cierra nuestro periplo museistico londinense, es un periplo que se queda corto pues hay más museos castrenses, y lugares y sitios de todo tipo, a visitar.
Ahora bien, para cualquier visitante a la capital brítánica que sea además aficionado a los temas castrenses es una visita obligada para empezar y despues en posteriores ocasiones incrementar en nuevas ubicaciones. Las oportunidades son múltiples.
Todo aficionado a la historia militar que visite Londres, no puede irse de la ciudad sin visitar antes el Imperial War Museum y el Museo de la RAF