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Un barco de la Guardia Costera de Canadá consiguió llegar el viernes hasta un buque cisterna ruso repleto de combustible que había quedado a la deriva en el Pacífico, entre las costas canadienses y Alaska, amenazando con provocar una tragedia ecológica.
El busque cisterna 'Simushir', de 135 metros de eslora, experimentó un fallo en el motor en la noche del jueves al viernes y quedó varado a menos de 20 kilómetros de las islas Reina Carlota de Canadá, en medio de una fuerte tormenta. El barco canadiense espera empezar a remolcarlo en las próximas horas.
Indígenas Haida, que habitan las islas, se habían declarado en estado de emergencia y señalaron que se "preparaban para lo peor", ante un posible derrame de las más de 460 toneladas métricas de combustibles y diésel que transporta el buque ruso.
La zona marítima donde ocurrió el incidente se veía afectada por fuertes vientos y olas de hasta siete metros, dijo a AFP Ron MacDougall, del Centro Canadiense de Coordinación de Operaciones de Rescate de Victoria, capital de la provincia de Columbia Británica.
Un helicóptero fue enviado para evacuar el capitán de la nave rusa, que sufrió lesiones no especificadas.
Prácticamente deshabitadas, las islas Reina Carlota son conocidas por sus paisajes y sus aguas albergan una importante población de cetáceos.
El archipiélago se encuentra frente a Kitimat, un pueblo costero donde compañías petroleras planean construir una terminal de gas, en una decisión rechazada por las comunidades nativas.