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Para conocer la imparcialidad del Supremo, basta con comparar la contundente desidia que mostró con respecto a la actuación de De La Rúa en el caso Gürtel, con la extrema severidad que demuestra con don Baltasar Garzón
No parece lógico que a un mismo tribunal; primero, ni se ocurra investigar al juez que esculpó al Elegantísimo tirando los expedientes policiales a la papelera (Posiblemente, delito publico) y que luego, se vuelva súper rigorista con, precisamente, el instructor del mismo caso.
El servicio que ahora, con su imputación, esta prestando el Juez Garzón es inconmensurable; pues ha conseguido poner las cartas judiciales del P. Popular sobre la mesa y a la vista de todo el mundo; por fin se hace comprensible el sentido de ciertas sentencias, que desde el supuesto de la imparcialidad de los tribunales se mostraban totalmente inconcebibles, pero que desde el prisma de la sectaria parcialidad, revelan una lógica plausible e incontestable.
Antes, no se entendía, por ejemplo, que en nuestro "estado de derecho" un imputado, que va a declarar en traje (Que según todos los indicios es fruto de lo sisado de las arcas publicas) sea sobreseído por un juez "Más que amigo" sin que los órganos de gobierno de la judicatura hayan tenido nada que decir sobre el asuntillo, tal y como parecía absolutamente necesario; pues a la luz de los hechos tangibles, se advierte que los mismos órganos de administración de justicia callan ante los aparentes compadreos entre populares y adjudicatarios favoritos; como tampoco se comprende que Sus Señorías, no tengan nada que decir sobre las leyes diseñadas a medida (Como los trajes) para dar exención de responsabilidades a unos políticos supuestamente corruptos, como en el caso de la ley Camps de impunidad, que blinda a los "responsables" de los servicios públicos con respecto a las consecuencias de sus decisiones; pero ahora sí, AHORA se comprenden los entresijos y derivadas de los asuntillos del enriquecimiento ilícito de la cúpula directiva del popular y la prolongada obstrucción de éste partido a las renovaciones del Consejo General del Poder Judicial y de los tribunales, Constitucional y Supremo.
Antes, no se entendía la supuesta lógica de algunos sobreseimientos como por ejemplo, el del alicantino caso de las mejoras en el aparcamientos de la calle Hermanos López de Osaba*, en la que se venia ha decir: "No tenia, el imputado y alcalde popular, intención ni consciencia de delinquir" afirmación que no tiene encaje en el ordenamiento jurídico en vigor; ni se concebía desde el punto de vista de la lógica más elemental, pues el popular alcalde, se empeño públicamente en pagarle de más a su adjudicatario favorito por unas obras, algunas nunca realizadas y que sin embargo, fueron pagadas con dineros públicos** y lo consiguió, lo consiguió tras haberse empeñado vehementemente en encontrar quien le firmara un informe técnico que "justificara" el incremento presupuestario en benefició de su adjudicatario favorito y por supuesto, en perjuicio de las arcas municipales y el interés legítimo de los ciudadanos. Tampoco se entendía en ese momento, la motivación que tuvo el aforamiento del susodicho; a no ser, que dicho aforamiento fuera una estrategia para que el asuntillo cayera en manos de "un juez más que amigo" del elegantísimo, elegantísimo que previamente dijo poner la mano en el fuego por el susodicho alcalde y que, según parece, por ello fue sobreseído. (*Díaz Alperi tramitó las mejoras propuestas por su adjudicatario favorito don Enrique Ortiz, desoyendo dos informes técnicos. Dichas mejoras costaron más de dos millones de euros al Ayuntamiento) (**El muro de contención, incluido en el incremento presupuestario no ajustado a derecho, nunca se construyó; para comprobarlo, vasta con acercarse a su "supuesto" emplazamiento y palpar el lugar que debería ocupar el supuesto, presupuestado e inexistente muro de contención)
"No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto" Aristóteles
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En este mismo orden de cosas; tampoco se entendía porque, las denuncias dirigidas contra cargos públicos del P. Popular, alcaldes sobre todo, nunca prosperen a pesar de las notables y palpables evidencias que apuntan al enriquecimiento ilícito de los mismos; enriquecimiento ilícito que ha sido claramente promovido desde los juzgados, mediante un dispositivo de cajón: los jueces no los procesan, dándoles la absoluta impunidad y ellos, delinquen cada vez más.
A mi entender, no cabe albergar dudas sobre la intencionalidad de la triple imputación a Garzón, magistrado en ejercicio de sus obligaciones, una triple imputación NUNCA VISTA HASTA LA FECHA, motivo por el cual concluyo, que la mafia "coloca" sus fichas, forzando el estado de derecho para cubrirse las espaldas o eliminar a quien incomode el desenvolvimiento de sus asuntillos.
Aristóteles decía "No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto". Por lo cual, parecería obvio que dos cosas buenas no pueden ser contradictorias o ejercer efectos opuestos; lo que nos pondría en la incomoda tesitura de tener que optar entre respetar la verdad o bien, respetar la palabra de algunos jueces. En buena lógica, esto nos llevaría ha deducir que "Alguien esta estafando a alguien" Tal y como diría Gila.
"A buenas horas mangas verdes".
Que don Mariano Rajoy, tras haber obstruido durante años la renovación del Tribunal Constitucional se muestre preocupado por su descrédito, ha de ser un chiste ¿Por qué se preocupa ahora? Cuando todo el mundo sabe que lleva años obstruyendo su renovación para que sus propios jueces "vieran" sus propios asuntillos y con ello, desacreditándolo.
El Juez Garzón ha conseguido poner las cartas del P. Popular sobre la mesa y por fin se hacen comprensibles ciertas sentencias