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Al final Rusia hace uso de su poder militar para aclarar las dudas de los ucranianos sobre su futuro inmediato después de una década de presiones occidentales y de auge del nazismo en tierras tradicionalmente rusas
Y para corroborar lo de tierras tradicionalmente rusas basta ir a la Enciclopedia Británica, donde nos recuerda que los territorios que actualmente conforman Ucrania fueron cedidos en su día (1686) para la creación de un Ente nacional al que se denominó Ucrania y que formó históricamente parte de Rusia desde tiempos inmemoriales.
Nikita Jrushchov, cedería Crimea en 1954, en tiempos de la Unión Soviética, cometiendo un grave error al confiar en la indestructible hermandad de Ucrania, a la que destinó ingentes inversiones y recursos, convirtiéndola en su “provincia favorita”.
Alentados por sus éxitos en Polonia y en otras naciones de la periferia rusa, que otrora formaron parte de la Unión Soviética, los servicios de inteligencia occidentales y la OTAN fueron “invadiendo” una a una las antiguas repúblicas soviéticas hasta cercar a Rusia.
Así las cosas no es de extrañar que después de infructuosas negociaciones se colmara la paciencia de Rusia y se decidiera a restablecer sus fronteras al estado en que se encontraban en 1686, antes de ceder territorio ruso para crear la nueva nación de Ucrania.
La vuelta a casa de los rusos no es otra cosa que la recuperación de parte de sus territorios históricos que pretendían ocupar con la OTAN las potencias occidentales desde los inicios de la llamada “revolución naranja” (2004), en el intento de convertir a Ucrania en un miembro más de la OTAN y de la Unión Europea a precio de rebajas.
Diez años más tarde (2014) el Euromaidán se saldaría con 100 muertos, la sublevación de las provincias orientales, la ocupación de Crimea y la guerra civil permanente, garantizada por los sucesivos gobiernos a cada cual más corrupto e incapaz de resolver el conflicto interno y las tensiones internacionales creadas por las desavenencias internas.
Algunas potencias occidentales (que no todas) ha aprovechado el río revuelto de Ucrania para instigar la rusofóbia en combinación con el viejo y caduco anticomunismo y exagerar y mentir sobre lo que está sucediendo realmente en Ucrania, olvidándose de lo que esas mismas potencias occidentales hicieron en su día con la invasión de Irak de nefastas consecuencias para todo el Oriente Medio y para algunos países de occidente.
No contentos con el fracaso de su política exterior en Afganistán, ahora pretenden dar lecciones de pacifismo y no intervención en un ejercicio de cinismo impresentable, manipulando la información y jaleando a las masas atrasadas y desinformadas del planeta.
Rusia no ha hecho nada que no hayan hecho antes las potencias occidentales de la OTAN
Tampoco hay que olvidar que en 2004 se escinde la iglesia ortodoxa ucraniana del patriarcado de Moscú, creando su propio patriarcado alentada por los fanáticos ultraderechistas que conforman el partido nazi de Ucrania.
Así las cosas existe materia suficiente para entender (que no justificar) el proceder de Rusia ante el paulatino deterioro de un país que fue creado por la nación rusa a lo largo de los últimos siglos.
Las primeras operaciones militares rusas han consistido en tomar el control del río Dniéper, las principales centrales hidroeléctricas y la ciudad y central nuclear de Chernóbil.
La toma de la ciudad y puerto de Odesa es una clara advertencia a cualquier intento de penetración marítima en el Mar Negro por parte de las fuerzas de la OTAN, a la vez que a cualquier movimiento militar en territorio rumano.
Por su parte Chernóbil, garantiza el control absoluto sobre Kiev y sus alrededores, los gasoductos y oleoductos rusos serán volverán a estar controlados por sus legítimos dueños, en pocos días.
En cuanto a las sanciones decretadas contra Rusia, las consecuencias son fáciles de prever y es de suponer que están plenamente asumidas por el Kremlin.
Todo lo demás forma parte de la guerra de información y contra información, la agitación de la propaganda anti-rusa y la exageración de noticias falsas fomentadas por los medios al servicio de occidente y que curiosamente tienen escaso eco en países como Alemania (principal perjudicada), Francia o Italia, miembros de la OTAN, que se ven en medio del fuego cruzado y van a resultar perjudicadas en el medio y el largo plazo por las consecuencias de este caos europeo.
Si el conflicto de Oriente Medio es permanente, el conflicto Ucraniano no lo va a ser menos, la guerra de Siria ha sido un excelente campo de pruebas para Rusia y una lección no aprendida para occidente.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro