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El choque entre los gigantes del salto de altura que medirá al campeón del mundo ucraniano Bohdan Bondarenko y al ruso Ivan Ukhov, oro olímpico, será la principal atracción del 22º Europeo de atletismo que se celebra del 12 al 17 de agosto en Zúrich.
En la cita, la 'banda de los cuatro' (Rusia, Francia, Gran Bretaña y Alemania) se espera que se repartan la mayor parte del botín de medallas pero esta vez los rusos no tienen asegurada su supremacía, como ocurrió en Barcelona 2010.
En Zúrich habrá varios atletas que aspiren a dejar un nuevo registro a batir.
Aún así, si hay un récord mundial que podría caer en el estadio de Letzigrund podría ser precisamente el del salto de altura, que ostenta desde 1993 el cubano Javier Sotomayor con 2, 45 metros. La lucha final está programada para el viernes por la tarde.
Desde la pasada campaña, Bondarenko ha intentado en varias ocasiones saltar 2, 46 y una vez 2, 47, sin lograrlo.
La pértiga parece territorio exclusivo del francés Renaud Lavillenie pero, al aire libre, el saltador se ha quedado lejos del récord planetario de 6, 16 m que consiguió en sala el pasado invierno.
En cuanto a registros continentales, el francés Pascal Martinot-Lagarde aspira a superar el tiempo de 12 segundos y 91 centésimas que marcó el británico Colin Jackson en 1993 en los 110 m. vallas.
- Los objetivos de los cuatro grandes -
En el medallero no se esperan grandes revoluciones y Rusia buscará mantener su dominio tradicional, mientras que Francia aspira a un nuevo récord de podios. Gran Bretaña acudirá a Suiza con una mezcla de juventud y experiencia pocos días después del final de los Juegos de la Commonwealth y Alemania aspira a todo.
En contra de los rusos, que se vieron superados por Alemania en el Europeo por equipos de finales de junio, juegan las bajas. Entre ellas destacan la de la lesionada Anna Chicherova en altura y la de Mariya Savinova en 800 m.
Entre maternidades, problemas físicos y suspensiones por dopaje, la delegación de Moscú presentará un equipo femenino inédito en el 400 m. y en las pruebas de medio fondo.
Los galos, que sumaron 18 medallas en Barcelona, aspiran a superar esa marca y el presidente Bernard Amsalem ha fijado el objetivo en 20 preseas.
Para ello se encomiendan a la generación encabezada por Lavillenie, Christophe Lemaitre y Myriam Soumare, y a la nueva hornada, en la que destacan Marinot-Lagarde, Pierre-Ambroise Bosse y Kevin Mayer.
Los británicos llegan con un grupo de atletas joven y brillante pese a la baja de Katarina Johnson-Thompson, que arrastra problemas en un pie, encabezado por el infalible Mo Farah.
Los alemanes seguirán siendo los atletas a batir cuando se trate de lanzamientos. En chicas, Betty Heidler y Linda Stahl serán las primeras espadas y en hombres Robert Harting y David Storl son sus principales aspirantes.
En ese terreno su principales rivales serán los competidores polacos.
Aunque uno de los objetivos en Zúrich para la delegación alemana es la velocidad y el medio fondo, con Julian Reuss como baza principal.
Entre las otras selecciones que aspiran a colarse entre las cuatro dominadores destaca Holanda, abanderada por la velocista Dafne Schippers, y como no, Ucrania con Bondarenko al frente.
España, por su parte, acude con un equipo compuesto por 74 atletas (43 hombres y 31 mujeres), el tercero más numeroso de su historia. Los responsables de la federación hablan de entre 4 y 6 medallas como objetivo, con entre 12 y 14 finalistas.