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Fiesta sí, agresiones no
Ya estamos de nuevo ante las fiestas de San Fermin, con la ilusión de pasar unos días distintos.
El ambiente de fiesta, el consumo de alcohol o cualquier otra sustancia y la euforia hace bajar la guardia, y lo que en otro momento tendríamos más en cuenta, deja de ser tan evidente, así que no se percibe el riesgo con claridad.
Las fiestas son para pasarlo bien, no para dejarnos un recuerdo amargo con agresiones sexuales, incluso algunas admitidas por no reconocerlas como tales.
¿Qué podemos hacer para evitarlo? Reconocer los indicadores y los tipos de violencia sexual.
Cuando una persona toca tu cuerpo sin tu consetimiento.
Cuando tú aceptado una relación con otra persona, pero se pasa del grado de relación que tú quieres tener.
Cuando una persona convierte una relación que en principio es correcta en agresión, por la intencionalidad, el tono, el poder o la fuerza, etcétera.
Cuando se insinúan o relacionan contigo a traves de gestos que tú no deseas.
Cuando alguien interpreta que un juego de seducción es una justificación para llegar a tu cuerpo sin que tú quieras.
El sexismo que aún existe jerarquiza a los hombres sobre las mujeres, presentándolas como subordinadas y objetos para el hombre.
La desvalorización del cuerpo de las mujeres.
La cantidad de agresiones a mujeres que se están dando hace que parezca normal este comportamiento por parte de algunos hombres.
La escasa critica y denuncia que se produce cuando ocurre una agresión sexual.
La falta de educación sexual adecuada a las chicas y chicos jóvenes.
No permitas que te desnuden con la mirada, que te agredan con la palabra o que toquen tu cuerpo cuando túno quieres.
Plántate, frénales con la mirada, con tus palabras, actúa con firmeza.
No te avergüences y ten valor para que se avergüecen ellos, busca la complicidad de tus amigas o de las personas que te rodean.
Algunos aprovechan las aglomeraciones, para meter mano: reacciona y responde a la situación concreta de forma que tú no salgas perdiendo y ellos aprendan para otra ocasión.
Tienes derecho, si te gusta, a usar minifalda, y ellos no tienen derecho a meterse contigo. Tú no les provocas, les provoca el mal rollo que tienen en su coco.
Si eres simpática, arrolladora, atractiva y ellos lo viven como una provocación, no te cortes; Es su problema.
A veces hay que parar los pies a los propios amigos, vas a pasar un rato agadable, a divertirte, a estar entre personas de tu confianza, pero, si se pasan, tienes que defenderte y mostrarles tu desagrado y rechazo.