El otro día doña Leire Pajín, secretaria de no sé qué del PSOE, se arrancó con lo siguiente: Les sugiero que estén atentos a la siguiente chorrada planetaria que se me acaba de ocurrir: “El PIB es masculino”. Y naturalmente, como tan profunda reflexión filosófico magnética la perpetró en un entretenimiento de su partido, pues fue largamente aplaudida y vitoreada. Hasta le quisieron dar las dos orejas, el rabo –el del toro, claro– y la vuelta al ruedo. Pero no fue aclamada por unanimidad, no; porque don Celedonio Trapiello, protésico dental de acreditado prestigio en Pernambuco, se había equivocado de evento, sí señora: él pensaba que estaba asistiendo a una actuación al aire libre del Club de La Comedia y no a la universidad socialista de verano Jaime Vera, por lo cual no pudo reprimir un: “¡Ya consio, vaya pendejada!”. Momento en que fue detenido por la fuerza impúdica y puesto a disposición de Baltasar Garzón. Ah no, me dicen que Garzón no pudo ser, porque está en Nueva York arreglando el mundo, el demonio y la carne de lata. (…)

Nos hemos puesto en contacto con los más afamados economistas de la región de los Grandes Lagos, porque los de los Pequeños Lagos habían salido de compras a las rebajas, y nos han manifestado que el PIB son las siglas de un invento denominado Producto Interior Bruto; que es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos por una economía en un período determinado, normalmente en un año normal, bisiesto o mediopensionista. De la masculinidad del PIB no pudieron aclararnos nada, porque ellos son todos mormones y no se ocupan del sexo recreativo. (…)

Y como esto no lo podíamos dejar así, pues nos pusimos en contacto con don Pedro Zerolo, socialista y gay o viceversa, que nos manifestó que no sólo el PIB es masculino, como sostiene su compañera de partido Pajín, sino que además es “homófobo”. Concretamente sus palabras no fueron: “El PIB es masculino, homófobo, retrógrado y encima no me proporciona orgasmos democráticos como los que me causa Zapatero... Y mi marido también me proporciona orgasmos, sí; que si no digo esto se me mosquea, y no me lleva el desayuno a la cama alias bed”. (…)

También visitamos a doña Bibiana Aído, ministra de Igualdad y Corte y Confección de Prendas de Pulso y Púa, para conocer sus primeras impresiones al respecto de las apoteósicas declaraciones de doña Pajín. Aído no se había ido, o sea que la encontramos haciendo unas croquetas de bacalao igualitario, y nos puso de vuelta y media. Nos puso de vuelta y media unos filetes de lomo que estaban buenísimos, porque Aído es muy mañosa y buena Samaritana. Una vez concluido el ágape le preguntamos por lo de la masculinidad del PIB, y nos aseveró lo siguiente: “El PIB no sólo es masculino y homófobo, sino que también es machista. Y eso es algo que, como ministra de Igualdad y Fomento de las Especies Culinarias, no puedo consentir ni tolerar. Es más, en la próxima reunión del Consejo de ministros, voy a proponer que al PIB se le ponga una pulsera como a los maltratadores. Sí, señoras y señoras, míos y mías, porque el machismo del PIB llega al extremo de agredir a la mujer, porque para eso es bruto. Más bruto que un arado americano, fíjense lo que les digo…” Y en este preciso momento se nos agotaron las pilas del MP5, que a lo mejor es un MP4, y ya no pudimos seguir grabando. (…)

Última noticia: El IPC, que es el Índice de Precios al Consumo, ha pedido asilo político en la embajada de Groenlandia, a la vista de cómo se le ha puesto la cosa al PIB. Ahora mismo, en dicha embajada se encuentran esperando asilo la Población Potencialmente Activa, la Felicidad Interna Bruta, la Inflación, el Índice de Pareto, la Renta Per Cápita y el Coeficiente de Gini. El Índice de Atkinson, por su parte, ha dicho que en Groenlandia hace mucho frío, y que él prefiere asilarse en Cancún o en la Martinica. Continuaremos desinformando.