La importancia de la calidad

Partiendo de la premisa de que es el cliente quien siempre mantiene viva una compañía, el ofrecer un producto o servicio con una calidad óptima, que cubra sus necesidades, es el factor clave para una empresa. Él es quien adquiere los productos o servicios necesarios, y será también él quien los recomendará, siempre y cuando su experiencia haya sido positiva.

Los certificados de calidad

Las condiciones del mercado actual son complicadas y, hoy en día, existe una feroz competencia, ya que cada empresa lucha por destacar en su sector. Un certificado de calidad, por lo tanto, se hace indispensable como un elemento diferenciador, a la vez que es un reconocimiento a la mejora continua de la empresa.

¿Por qué es importante? Porque el hecho de estar en posesión de un certificado de calidad, significa que un grupo de especialistas independiente ha examinado y valorado las fases de fabricación de un producto o prestación de un servicio, y concluido con un resultado conforme a unos requisitos.

Las condiciones del mercado actual son complicadas y, hoy en día, existe una feroz competencia, ya que cada empresa lucha por destacar en su sector

Cuando un cliente compra un producto o contrata un servicio ofrecido por una empresa que posee un certificado de calidad, nos está garantizando que esa compañía cumple con unos estándares establecidos previamente por unas normas para la mejor gestión de la empresa.

Ventajas del sello de certificado de calidad

Está claro, por tanto, que el ser poseedor de un certificado de calidad otorga ventajas, tanto para la empresa que obtiene ese reconocimiento, como para los propios clientes:

• Incremento de confianza del consumidor. La implementación de un Sistema de Calidad proporciona una mayor información al cliente de cara a la posible compra de un producto o adquisición de un servicio.
• Satisfacción del cliente. Si la experiencia es positiva, existen grandes posibilidades de que repita la compra y muestre así su fidelidad a la marca. 
• Factor diferenciador para la empresa. Supone una ventaja competitiva respecto al resto de compañías del mismo sector que no se encuentren certificadas.
• Mejora continua de la gestión interna de la empresa. Al cumplir con unas directrices y forma de trabajo pre-establecidos, el margen de error es menor, con un ahorro en costos y una mayor rentabilidad y productividad.
• Imagen de la compañía. El producto o servicio ofrecido se percibe con una óptima imagen, que permite un mejor posicionamiento en el mercado. Ayuda a obtener un prestigio que conformará un aliciente para la realización de la compra.
• Acceso a nuevos mercados. El carácter global de la certificación facilita la apertura de nuevos mercados a escala internacional.
• Aumento de la motivación del personal. Elementos indispensables en la consecución del objetivo de toda empresa, son sus trabajadores. Ellos deben ser partícipes del proceso interno.

La implantación de un Sistema de Gestión orientado a la Calidad, hoy en día, se considera un factor básico para la supervivencia de una empresa y se ha convertido en una estrategia de negocio para cualquier compañía.