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Sobre cómo superar la ruptura de una relación breve
En las páginas del amor no todas las historias están escritas. Bastan sentarnos en una ronda de amigos para saber cuánto puede variar un sentimiento que cuando lo tomamos como una emoción común a todos sin querer nos permitimos pensar en lo unívoca que esta experiencia debe ser. Pero lo cierto es que la pluralidad de experiencias amorosas son evidentes: tal vez habremos vivido muchas de ellas. Además, ¿no amamos porque sentimos que cada relación es única, y por lo tanto, irrepetible? Una de esas situaciones es superar la trágica ruptura de una relación breve.
Ars brevis, vita longa
Sí, somos conscientes que en el pequeño subtítulo de nuestro escrito hemos invertido los términos del viejo dicho que reza: el arte es breve y la vida es larga. Y es que este tipo de relaciones también implican la inversión de sus términos: a una relación breve se supone una vida larga… en el recuerdo. Ponerlos en un viaje tan largo como cuando se toman ofertas de crucero.
Y eso es lo primero que nos dejan ese tipo de relaciones breves: la incitación, el hambre de recordar y ensoñar qué habría pasado si hubiésemos tenido la oportunidad de alargar más la relación que cuanto lo deseábamos. ¿No es cierto que la relación no fue larga porque algo lo evitó? Pues eso que la hace poco convencional es lo mismo que la fortalece.
El apego es el enemigo
Cuando se viven este tipo de relaciones, la intensidad es la protagonista: bien sea porque la separación de caminos es obligada porque la situación escapa de las manos de ambos en la relación (trabajo, viaje, estudios) o porque lo han decidido románticamente para no dañar la relación a futuro (ese congelador que engloba la frase “para que nada nos separe, que nada nos una), lo cierto es que al impedirse una relación larga, la intensidad se enseñorea.
Y el apego a esa posibilidad se convierte en el primer enemigo para nosotros: creemos que esa nostalgia que sentimos por un futuro perdido puede ser la prueba suficiente de que no necesitamos más para saber que la razón está de su lado. Y en la mayoría de los casos no sucede así: la nostalgia amerita que se le interrogue.
Posibilidades de la ruptura a una relación breve
Lo cierto es que todo fin trae para nosotros un nuevo cúmulo de comienzos que pueden abrirnos toda una serie de posibilidades: conocer a una nueva persona, dedicarnos a realizar nuevas cosas, aprovechar nuestro tiempo de otro modo, todo ello puede venir con este cambio.
Así que no nos sorprendamos si sentimos un alivio inusitado ante esta nueva condición para nuestra vida: vivir la ruptura y vivir de los restos de ella. Nadie ha dicho que de los escombros se pueda evitar hacer un edificio nuevo, ¿no?