A principios de marzo, el mundo del cine y la televisión se tuvo que despedir de Quique San Francisco, que falleció a los 65 años a causa de una neumonía necrotizante por la que estuvo varias semanas ingresado. Junto a él estuvieron sus amigos y familiares, que quisieron despedirse del famoso actor, y una de las personas que más destacó fue Tatiana Muravyova, la que ha sido su novia durante 19 años.

Esta mujer de 53 años nacida en la antigua Unión Soviética ha sido el gran amor del intérprete durante casi dos décadas, una relación hasta ahora desconocida. Pero ahora, Tati ha hecho sus primeras declaraciones para la revista ¡Hola!, una entrevista que tenía planeada hacer en algún momento junto a él.

"Nos hacía ilusión hacer esta entrevista juntos en la casa a la que soñábamos trasladarnos cuando saliera del hospital", explica al magazine semanal. "Este reportaje solo tiene una razón de ser y no es nada material. Lo hago por amor [...] Estaría contento. Íbamos a dar este paso de la mano, después de tantos años, pero no pudo ser".

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La pareja se conoció en 2002, tras el accidente de moto de Quique San Francisco. Ella fue quien acudió a cuidarle entonces, pero antes le avisaron: "Es el más golfo de España, pero te vas a morir de risa". "Además de quererlo, lo cuidé hasta el último momento", declara Tatiana. "Hice de todo: asistente, 'enfermera' sin título, cocinera, gestora, modista, mano derecha".

"Se enamoró de mí y me robó el corazón", asegura. "No se resistían ni las piedras. Era el gran seductor y, además, le perdonabas todo". Muravyova explica a ¡Hola! que su contrato solo duró cinco meses, y después se quedó "a su lado por amor, haciendo exactamente lo mismo".

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Pero lo cierto es que la pareja ha llevado su relación en la sombra durante 19 años, algo en lo que ambos estaban de acuerdo: "Era nuestro mundo, al margen de todo".

Tati también cuenta que tiene un hijo, Pedro, que era "como un hijo para él": "Desde que llegó a España, con 17 años, lo cuidó, lo protegió y le enseñó mundo. Nunca le faltó de nada".

Su muerte fue dura para todos, pero sin duda, las semanas en el hospital se quedaron grabas en la memoria de la pareja de Quique San Francisco: "Cuando me permitieron ir a verlo por primera vez, empezó a cantar. Habían pasado tres semanas desde su ingreso y estaba feliz".

Sin embargo, después su salud empeoró, luego se estabilizó, y después volvió a empeorar hasta su fallecimiento. "Me pidió que le leyera la lista interminable de llamadas de sus amigos. Ya nunca volvimos a hablar. Esta tarde [el 25 de febrero] lo sedaron. Estuve a su lado y abracé la esperanza de un milagro... Se cansó de luchar".