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Charlotte y Belén, las cepilleras del horror. (GOYO CONDE / TELECINCO)
¡¡ARREPENTÍOS PECADORES PORQUE EL JUICIO FINAL ESTÁ CERCA!!
Bueno lo mismo el juicio final no, pero un castigo por ser más cochina que pegar los mocos debajo de la mesa, sí.
Charlotte y Belén han sido castigadas por Gran Hermano VIP por coger el cepillo de dientes de Carlos Lozano y meterlo en el váter para luego dejarlo en su sitio. Sí, Carlos no lo sabía y se lavó los dientes con él.
Así que La dirección de GH VIP sanciona con una nominación disciplinaria a Charlotte Caniggia y Belén Roca. Toma ya. Yo no sé para qué ahorcaban a los cuatreros en el lejano oeste si podían nominarlos, que acojona mucho más.
El caso es que desde Telecinco dicen ésto: "Tras valorar los últimos episodios protagonizados por las concursantes Charlotte Caniggia y Belén Roca en las últimas jornadas de convivencia", lo que viene siendo meterle en la boca a Carlos Lozano más bacterias que lamiendo un asiento del metro, "la dirección de GH VIP ha decidido sancionarlas con una nominación disciplinaria que les será comunicada a ambas durante la nueva gala del concurso que Telecinco".
O sea, que ellas están nominadas pero aún no lo saben. Mira, como Carlos con el cepillo, que tampoco sabía nada. Crónica de una nominación anunciada, una novela de Gabriel García Márquez.
¿Que es poco? ¡No, el castigo continúa! Agarraros a la silla porque es espeluzante: "Producto de esta sanción, ambas participantes pasarán a formar parte del grupo de nominados de cara a la siguiente expulsión, perderán su derecho a nominar y no podrán beneficiarse del 'poder de salvación' obtenido por uno de los equipos de concursantes en la última prueba semanal".
Joder. Joder.
Tú le dices eso a María Antonieta y te dice que pollas como ollas, que a ella la guillotines, que eso es demasiado duro.
En fin, habrá que conformarse con eso, que tampoco las vamos a azotar en una plaza pública. Las pobres son jóvenes y bastante tienen con ser chonis. Sí, sí, chonis. Porque el chonismo no lo marca el dinero, ni la posición social. El chonismo vaaaaa en el corazooooooon (musiquita de Aladdín y lo peta).
Sí, da igual que tu padre sea millonario, sabes que eres choni cuando te enseñan modelos de prótesis mamaria y tú eliges como un ganadero en una feria de gorrinos: el ejemplar más grande.