La mayor parte de personas que acuden a comercios dedicados a la venta de todo tipo de alarmas a veces comete el error de querer comprar una que luego no les vale para la finalidad que supuestamente se perseguía con ella. No les vale o no les es suficiente. El problema, a mi justo parecer, se acrecienta cuando encima se visitan grandes almacenes donde, además de alarmas para casa y otras, también se puede comprar todo lo que se necesite para un hogar.

Pero, ¿por qué hay aquí un problema mayor? Básicamente, porque aquí el usuario puede adquirir los productos que quiere sin que un comercial le atienda obligatoriamente. Aquí, el cliente ve lo que le gusta y se lo lleva y, en ocasiones, ni siquiera el comercial ve lo que se ha llevado. Esto puede suponerle grandes inconvenientes al cliente, que está comprando algo a ciegas y que no sabe si le va a servir para lo que lo quiere. En realidad, para ser honesto, el comercial aquí no tiene culpa alguna, ya que el cliente es libre de acudir a él o no y, si no se le pregunta, es posible que el comercial interprete que, si  el cliente se lo lleva, es porque entiende de alarmas (en este caso) y sabe  lo que está llevando.

Por eso, es sumamente importante que, antes de comprar una alarma para casa, te formules las siguientes cuestiones:

- ¿para qué la quiero?

- ¿dónde la voy a instalar?

- ¿será esta suficiente para satisfacer mis necesidades?

Al menos con estos tres interrogantes ya podéis conseguir una idea de lo que necesitáis. Si acudíis a un gran almacén, nunca está de más preguntarle al comercial.

Eso sí, mi recomendación hoy es que, en lo que concierne a las alarmas, acudáis a una tienda especializada en la venta de estos artículos, ya que allí son expertos en la materia y podrán ofreceros la calidad extrema de lo que necesitáis.