¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que 20minutos.es escriba una noticia?
Triste pero convencida de que vendrán tiempos mejores, María Teresa Campos afronta una Navidad muy diferente a la de años anteriores. Separada de su gran amor, Bigote Arrocet, y con muchas sillas vacías alrededor de la mesa, la presentadora intenta poner color a un presente en escala de grises. Su programa en Youtube no funciona como esperaba y, aunque tiene ofertas profesionales puntuales, todavía no llegar el proyecto que desea y que serviría como broche de oro a una trayectoria profesional tan extensa como exitosa.
A pesar de que 20Minutos ha podido confirmar que en las últimas semanas son muchos los medios que han solicitado contar con María Teresa para colaboraciones de diversa índole, quienes la representan descartan desplazamientos masivos para evitar un contagio de coronavirus que, en su caso, puede ser fatal. Aunque sí ha visitado el programa de Toñi Moreno en Canal Sur, prefieren no iniciar una tournée que pueda ser demasiado riesgosa.
No solo en lo profesional desechan proyectos, sino también en lo personal. Carmen y Terelu han decidido suspender actos familiares que iban a tener lugar en Málaga para proteger a su madre: "Hay que extremar todas las precauciones porque la gente quiere tocarla y besarla. Evidentemente no podemos pedir que nadie se acerque a ella, por eso evitamos la situación", se excusa Carmen al otro lado del teléfono.
Está claro que las hijas de la presentadora están midiendo mucho los pasos de su madre. No quieren que se repita el escándalo que se originó cuando decidió conceder su última entrevista a Sábado Deluxe . Su enfrentamiento con Jorge Javier Vázquez fue el inicio de una tortura mediática que terminó con unas disculpas forzadas que no han allanado el terreno. Ambas partes defienden que todo pasó, pero lo cierto es que el rencor brota a la mínima diferencia.