The Double es esa clase de films en los que luego de ver los primeros diez minutos deseamos que nuestra percepción inicial falle y que todo lo que siga nos sorprenda para bien o, aunque sea, mediocridad omnipresente, nos otorgue entretenimiento.

Lamentablemente, el instinto parece mandar y no equivocarse, y la película no solo aburre, sino que además comete el error de embarrar una y otra vez la historia, provocando continuas auto palmadas en nuestra frente en una suerte de onomatopeya de “¡ouch!”. El primero de estos decae en enseñarnos antes de la primera media hora uno de los factores que podían considerarse dignos de mantener en “secreto” por mayor tiempo, lo que quizás conservaría cierta intriga en el espectador. Y de ahí en más una serie de secuencias con poco sentido, diálogos mal construidos y absurdos tales que hacen que uno se pregunte si estamos observando un thriller o una comedia de poca monta.

Quizás algún que otro pasaje destacable o ameno, la presencia de Richard Gere y por qué no ciertos recursos técnicos interesantes de rodaje resultan los puntos favorables de una más que fácil de olvidar The Double, pero el hecho de estar frente a la pantalla esperando que el film termine de una vez es suficiente augurio que conste de que lo que observamos no es para nada bueno ni recomendable en lo más mínimo.

LO MEJOR: cuando aparecen los créditos.

LO PEOR: no se aprovecha bien la historia, los enigmas resueltos no sorprenden para nada. Diálogos y escenas que vagan en lo absurdo.

PUNTAJE: 5,30