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Superar incluso lo saltado el año pasado en Rio: el pertiguista brasileño Thiago Braz, campeón olímpico en su país en 2016, afronta el sábado en Ruán (Francia) el inicio de su nueva temporada de competiciones, contra su gran rival, Renaud Lavillenie.
Pocos han olvidado la gran polémica después de que Lavillenie estallara contra el público brasileño por sus abucheos, tras su derrota ante Braz en Rio-2016.
"La temporada en sala debe servir para romper el hielo. Si salto 5, 70 m/5, 80 m será un buen principio, un buen regreso", explica por teléfono a la AFP.
"Tengo que llegar a Ruán preparado para todo, incluso para los abucheos", destaca el joven pertiguista nacido en Marilia, cerca de Sao Paulo.
En Rio de Janeiro, Braz mejoró su plusmarca personal en 10 centímetros, para firmar un nuevo récord olímpico (6, 03 metros) y superar a Lavillenie (5, 98 metros).
El francés, abucheado desde la grada en sus últimos saltos, fue también silbado en la ceremonia de medallas, lo que añadió todavía más fuego a la polémica.
- Preparación polaca -
Con el grupo de su entrenador ucraniano Vitaly Petrov, Thiago Braz pasó el mes de enero en Polonia, en el centro de entrenamiento de Spala, donde las condiciones son mejores que en Formia, cerca de Roma, su habitual 'campamento base', que en esta época del año está demasiado al descubierto ante el frío y el viento.
"Tutto bene, siamo tranquilli (todo va bien, estamos tranquilos)", se lanza en la lengua de Dante, que domina cada vez más. Sin embargo, su expresión oculta una cierta intranquilidad: "He tenido bastantes problemas por llevar y no tenía la cabeza en el entrenamiento".
¿Los motivos de esta época convulsa? "Cambió de casa en Formia, de estatus social y económico (y renegoció el contrato con su marca deportiva), de mánager", resume Petrov, que subraya que este año el entrenamiento de inicio de curso ha sido más corto que en 2016: 124 días a 83 hasta el momento.
"No soy un mago. Lo que importa es el programa. Thiago fue campeón olímpico a los 22 años y medio, y tiene que digerir todo lo que le ha ocurrido en los últimos meses. Hemos optado también por un regreso más suave este invierno (boreal)", subraya el técnico ucraniano.
Thiago Braz tiene frente a él tres reuniones importantes en pista cubierta, dos en Francia (Ruán y Clermont-Ferrand) y una en Alemania (Berlín). Después tiene previsto "cortar una semana" a finales de marzo antes de afrontar la temporada al aire libre.
"Quiero saltar de nuevo más de seis metros antes del Mundial de Londres", aseguro Thiago Braz, aludiendo al plato fuerte del atletismo de 2017, que tendrá lugar en agosto en la capital británica.
Petrov tuvo entre sus pupilos a leyendas como Sergei Bubka o Yelena Isinbayeva. En cierta medida, cumple también un cierto papel de padre para el campeón olímpico, abandonado de niño por su madre y criado por sus abuelos.
- Concesiones -
"Al principio, no todo era fácil en Formia. Había que entenderse con Vitaly, cada uno con su cultura. Como en un matrimonio, hay que hacer concesiones", subraya Braz, casado desde hace dos años con la saltadora de altura Ana Paula de Oliveira, que está con él en Spala.
Apasionado de los drones, Thiago Braz quiere volar alto y no limitarse a un pulso personal con Lavillenie, aunque no oculta la importancia de tener frente a él al francés, el plusmarquista mundial (6, 16 metros).
También destaca como gran adversario al joven canadiense Shawn Barber, campeón del mundo a los 21 años en 2015.
Tras el recordado duelo de Rio-2016, la batalla para 2017 está servida.