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La presbiacusia explica por qué estos ultrasonidos no pueden ser oídos por los usuarios de más edad
22/04/2015.- El uso que hacen los más jóvenes de las nuevas tecnologías es objeto de debate permanente entre padres y educadores. El auge de los smartphones y la proliferación de servicios como las aplicaciones de mensajería instantánea ha puesto a los móviles en el punto de mira de los adultos, con los consecuentes enfrentamientos (sobre todo) con los adolescentes, reticentes a ver limitado el uso que hacen de sus teléfonos.
Así, para esos escenarios y situaciones en los que utilizar el smartphone no está permitido, es fácil encontrar por la Red webs para descargar los llamados 'tonos Mosquito'; ultrasonidos en frecuencias elevadas que no pueden ser escuchados por los adultos y que permite a los jóvenes utilizarlos como tonos de alerta para enviarse mensajes y llamadas perdidas sin que profesores o padres puedan percibirlo.
El origen de estos sonidos lo encontramos en un (caro) dispositivo bautizado, precisamente, Mosquito. Fabricado en Reino Unido por Compund Security Systems, se trata de un pequeño megáfono que transmite ultrasonidos en una frecuencia de entre 16.000 y 18.000kHz. Un pitido desagradable que solo puede ser oído por los más jóvenes y que tiene como objetivo dispersar las 'reuniones espontáneas' demasiado ruidosas (o botellones, vaya).
La razón por la que estos pitidos solo son percibidos por los más jóvenes se debe a la presbiacusia; o lo que es lo mismo: la pérdida progresiva de la capacidad para oír altas frecuencias.
No estamos ante ninguna novedad, ya que desde la popularización de los primeros teléfonos móviles los jóvenes recurrieron a los tonos Mosquito con este fin.
Sin embargo, el enorme crecimiento de los smartphones y, sobre todo, la aparente adicción reinante en la sociedad actual a servicios como WhatsApp, hacen que estos ingenios vuelvan a resurgir.
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