Hoy escribiré un post diferente, diferente por el lugar desde donde lo voy a escribir.

Mientras Silvia se prepara su programa de radio, a mi lado, escribiendo folios con tinta amarilla de un bolígrafo multicolor..... me he sacado mi cervecita al patio y un portátil para escribir el post de hoy, que probablemente será publicado mañana.

Esta tarde he seguido sin tocar mis pinceles, pobrecitos, me ha tocado reparar desconchones de las paredes del patio, gaveta, paleta y llana en la mano (herramientas de albañil).

Aquí, con la Silvia a mi lado, esperando la hora de la cena, que esta noche volveremos a hacer barbacoa, unos choricitos, unas morcillitas, unas patatitas y unas manzanas (esto último idea de Silvia), se que es una chorrada este post, pero me apetece escribir estas pequeñas tonterías, que no sirven para nada, pero son esas pequeñas tonterías que casi nadie valoramos y son los ingredientes principales para cocinar esa receta, tan importante en nuestras vidas, que es algo tan simple y a la vez tan complejo como la FELICIDAD.

Mientras me apoyo en la mesa improvisada, donde tengo colocado el portátil, os comento que se trata de una mesa curiosa, se trata de dos caballetes (de obra, de esos que utilizan los albañiles) y sobre ellos, hay dos puertas de la cabina de un ascensor, aquí se aprovecha todo......je je je, las cuales están cubiertas con un hule, sobre el que comeremos después esos choricitos grasientos repletos de colesterol.... pero y lo ricos que quedaran...

Ciertamente, estas tonterías que comento, son muy poco importantes, mucho mas para mi, que puedo hacer una barbacoa cuando me apetezca, pero la verdad, que me hace sentir muy bien.

Creo que deberíamos aprender a valorar estas pequeñas cosas, las cuales, probablemente realicemos cada día y por ello, quizás, no le demos importancia, pero debería intentar parar nuestra acelerada vida y disfrutar de muchas pequeñas tonterías.

Una de las tonterías que mas valoro, es que todas las mañanas me levanto sin despertador, alrededor de las 7.00 de la mañana, me suelo levantar todos los días, pero si me levanto a las 8.00 tampoco pasa nada, no entro a trabajar hasta las 9.00 de la mañana.

Algo imprescindible, cuando me levanto, es mi cuarto litro de café, eso si que es algo que necesito como el respirar, si no lo tomo, no soy yo, y ciertamente, esa dependencia no me gusta, y eso que después, si ya no tomo mas café durante todo el día, no me importa, pero si no tomo ese café, es como si me faltara algo, y no me sirve tomarme media docena de cafés después.

Otra cosa que también valoro un montón, es ver arder el fuego, me pasaría horas mirándolo, sin pensar en nada, solo mirando las llamas ¿tontería? Rotundamente si, pero me gusta esa tontería.

Bueno, dejo ya de decir tonterías y mañana os publicare este post, o quizás dos.... tengo pensado cocinar un rape y aun no se como lo haré, mañana veremos.