Aunque no todo el mundo es fotogénico por naturaleza, existen algunos consejos para posar ante la cámara: sigue estos 5 trucos fáciles para lograr un resultado más halagador.

1. Cuida tu postura.

La clave principal para una buena foto es, antes que nada, la postura: mantener la columna recta crea una figura más esbelta, alargando el cuello y aplanando el vientre.

Además, una postura erguida indica confianza y seguridad en uno mismo, dos improntas que querrás transmitir en tu retrato.

2. No mires de frente.

A menos que seas fotografiado por un fotógrafo profesional con un correcto equipo de luces, intenta evitar mostrar tu rostro de frente a la cámara, ya que la ausencia de sombras hará que tu rostro se vea más ancho y plano. Si ladeas ligeramente la cabeza, le darás a tu rostro más ángulos y crearás una forma más atractiva.

Sin forzar la postura, extiende el mentón un poco hacia afuera para estirar el cuello. Existe un sencillo truco para evitar la formación de la doble barbilla, y es el de presionar la lengua contra el paladar mientras sonríes. ¡Es infalible!

3. Elige tu mejor ángulo.

Todas las caras son ligeramente asimétricas, de manera que siempre hay una mitad de la cara más fotogénica que la otra. Si tienes un ojo ligeramente más grande que el otro, por ejemplo, intenta que sea ese lado el que siempre esté más cerca de la lente, ya que nuestro subconsciente tiende a esperar que los objetos más cercanos a la cámara se vean más grandes. Ese pequeño detalle dará una mayor sensación de simetría al retrato.

4. Cautiva a través de tu mirada.

Cualquier expresión facial puede enfatizarse enormemente a través de la mirada. Los ojos son una ventana a tu personalidad y han de estar comunicándose activamente con la lente del fotógrafo.

Intenta mantener la mirada relajada y no entrecerrar demasiado los ojos para evitar la aparición de arrugas o líneas alrededor de los mismos o la parte superior de la nariz.

5. Practica tu sonrisa.

La sonrisa más fotogénica es aquella que más natural se siente. Para buscar tu sonrisa ideal, piensa en una que puedas mantener por varios minutos: esa será tu sonrisa natural  y por ende la más adecuada para tu rostro.

Si por alguna razón crees que tu modo de sonreír no es fotogénico, existe un truco que puedes hacer al mirar a la cámara: imagina que estás sonriendo por dentro, y deja que tu cara lo exprese a través de los ojos y los labios: el resultado será una media sonrisa con los labios y los ojos relajados que conectará con la lente de un modo mucho más fluido de lo que crees.