Amar no siempre es una tarea fácil. Se requiere de mucho valor y coraje para saber que estamos dejando nuestros sentimientos y emociones más profundos a una persona que puede encargarse de llevarlos al cielo con la misma velocidad y peso con los que los puede llevar al infierno. Confiar y desconfiar: esa es la dualidad -tan sólo una de ellas- cuando le entregamos nuestro corazón a alguien. Todo esto parece acrecentarse mucho más cuando tenemos y vivimos una relación con una persona que viva en otro estado de nuestro país o incluso en otro país. ¿Cómo vive y sobrevive un amor en la distancia?

Confianza o nada

Amar es cumplir hasta las últimas consecuencias con la afinidad que un días sentimos por alguien. Es saber que todo lo que hacemos posee un destino singular: compartir el mejor de los momentos con quienes amamos.

Cuando se está o se tiene lejos a nuestra pareja debemos saber que esos momentos compartidos no solo resultan incomparables: también son fundamentales para tener una carga sentimental suficiente como para generar confianza entre nosotros. Es saber que el puente que hemos construido es lo suficientemente sólido como para que nadie ajeno pase por él y lo rompa.

Ser la excepción

Tal vez la primera crítica que nos hacen en nuestro entorno por querer vivir este tipo de relaciones es que no hay razones para confiar que la persona con la que vivimos nuestro amor en la distancia seguramente está saliendo con alguien más y que nadie ha sido la excepción.

Pero lo cierto es que esto puede ser un ingrediente más que nos haga sentir retados ante la posibilidad de ser la excepción de la regla: puede que para otros sea imposible, pero para nosotros es una realidad. Una realidad que podemos colocar encima de todos, incluyéndonos. No importa que su centro de negocios lo aleje de nuestra casa.

Un amor en la distancia es un amor posible

Si con cualquier relación acabamos diciendo que el amor es un asunto imposible que aprendemos a hacer posible, entonces tendremos que advertir que existen argumentos suficientes para entender que también este amor lo podemos hacer posible.

No hace falta soñar: hace falta ser constantes, plenos y considerados. Total, el romance va a estar garantizado: nada más hermoso que saber que nos encontraremos con una persona a la que estábamos esperando desde hace mucho tiempo. ¿No es cierto?