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La vuelta del verano suele ser dura para todos, y más con la que nos está cayendo. Antes de las vacaciones pudimos conocer algunas cifras preocupantes para el mercado de maquinaria. La principal fue la nota de Andicop con las vertiginosas caídas en las ventas del primer semestre, que si bien esperábamos una caída dura, ésta ha sido más pronunciada de lo que se preveía. De media los recortes han sido del 60%, muy en sintonía con las expectativas de Off-Highway Research, que prevé que cerremos el año con una reducción del 62% respecto a 2007. Lo malo es que todavía estamos hablando del primer semestre, que tradicionalmente suele ser mejor que el segundo. En conclusión, que la caída este año puede ser mucho mayor si nada lo remedia.
Y ese nada es, o debería ser más bien, las licitaciones tan cacareadas por el Gobierno. Mucho dinero comprometido pero hasta la fecha esa voluntad y buenas intenciones que tantas veces hemos comentado desde estas páginas no parecen materializarse. La segunda mitad del curso todos esperamos, y deseamos, que la marcha del mercado cambie, las obras arranquen y se reactive la demanda. Lo normal que debería pasar si de verdad se activa todo lo licitado. En este sentido hay estudios que también apoyan una visión más optimista del mercado, a la que nos gustaría agarrarnos. Así tenemos que la prestigiosa consultora DBK prevé un crecimiento del valor de la obra civil para este año del 6%, y del 7% para el que viene. No es que sean datos para tirar cohetes, pero si bien el estudio de DBK reconoce una mala situación y un decrecimiento importante, también lo es que prevé una "desaceleración" del sector menos dolorosa de lo que ha sido el sector residencial.
Pero volviendo a lo que es una realidad y no previsiones. La patronal de la construcción Seopan ha destacado en uno de sus informes que las licitaciones de concesiones se han estancado, dato poco halagüeño para las constructoras, propietarias de la mayor parte de concesionarias de infraestructuras. Constructoras que además han dejado en dique seco la construcción del conocido como "plan renove" de las autovías. Un proyecto de esos tan anunciados la legislatura pasada, que hay que reconocer que era bueno y necesario, pero que por la falta de previsión tampoco sale adelante. El problema según las constructoras, el coste. Las cuentas ya no les salen porque los costes se han disparado, como el de los bituminosos por culpa del petróleo, y el Ministerio de Fomento no ha tomado cartas en el asunto para desbloquear esta situación. Y así parece que estamos, como con las licitaciones, a verlas venir. Pero lo que viene no es nada bueno, por lo que es mejor moverse. Si el problema está en la falta de dinero público para invertir, que lo es, habrá que seguir echando mano del capital privado y aumentar la implicación de la financiación privada en las infraestructuras públicas. En España la relación de inversión privada en este capítulo todavía sigue siendo bastante baja en comparación con otros países. Uno de los mayores problemas es que a muchos ciudadanos esto no les gusta por cuestiones ideológicas que no vamos a entrar a valorar, pero lo que sí valoramos desde Potencia es la realidad que nos toca, y si no hacemos nada no construiremos nada.
Feliz regreso a todos los veraneantes.